Las «cleantech» se definen como aquellas tecnologías que as tecnologías limpias, que contribuyen a la sostenibilidad y al cuidado del medioambiente. Esto engloba tanto la reducción de emisiones, como la protección de la biodiversidad o el tratamiento del agua. Ejemplos comunes de estas tecnologías verdes incluyen a las energías renovables, el automóvil eléctrico, procesos de reciclaje y gestión de residuos, reutilización del agua y el desarrollo de bioplásticos. La Península Ibérica se encuentra a la vanguardia de la revolución de las tecnologías limpias en Europa, un sector que se estima creará 2,65 millones de nuevos empleos y movilizará 150.000 millones de euros de inversión en la región hasta 2030. Así lo revela un informe liderado por BBVA y Cleantech for Iberia, coalición que impulsa el potencial de España y Portugal como centro de energía y tecnologías limpias de la Unión Europea.
En concreto, el análisis prevé que España alcanzará un 81% de generación de energía renovable para 2030 y Portugal estará cerca de superar el 80% para 2026.
El informe «Financiación bancaria de las ‘‘cleantech’’ en la península ibérica» identifica, asimismo, varias tecnologías clave que pueden contribuir significativamente a la descarbonización de los países que conforman la Península. Entre ellas, destaca el almacenamiento de energía, incluyendo el de energía de iones de litio y de larga duración (LDES, por sus siglas en inglés); las tecnologías innovadoras para mejorar las redes eléctricas, incluyendo la corriente continua de alta tensión (HVDC, por sus siglas en inglés); la producción, almacenamiento y transporte de hidrógeno y combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO, por sus siglas en inglés); el reciclaje y circularidad, que incluye la producción de biogás, biometano y biofertilizantes; y la captura, utilización y almacenamiento de carbono.
En un contexto de alto crecimiento, la inversión en «cleantech» en la Península Ibérica en 2022 alcanzó los 680 millones de euros, seis veces más que los cinco años anteriores. Sin embargo, a pesar del enorme potencial del ecosistema «cleantech» español y de los objetivos del gobierno, el estudio advierte de que las nuevas tecnologías y proyectos de descarbonización desarrollados en la Península Ibérica se enfrentan a barreras significativas para la financiación, especialmente en etapas tempranas y de crecimiento. En este sentido, señala que, en 2023, se registró una disminución significativa en las inversiones y las startups «cleantech» españolas recibieron un 70% menos de inversión que sus homólogas francesas y alemanas. Entre los principales retos a superar, el análisis señala los altos requisitos de capital, los plazos de recuperación, los riesgos tecnológicos o las condiciones del mercado.
Para superar estos problemas de financiación, el estudio señala la necesaria intervención coordinada entre los actores gubernamentales e industriales. El documento incluye recomendaciones para que los gobiernos y la industria desarrollen marco regulatorios estables y predecibles, leyes nacionales para estimular la inversión y el uso de los ingresos procedentes del sistema de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés) para incentivar las inversiones en «cleantech», entre otras. En concreto, el informe señala que los fondos que recibirán los estados miembros de la Unión Europea durante los próximos 12 años se cuadruplicarán y que los gobiernos deberían invertir el 25% de estos ingresos en la promoción de tecnologías limpias, un mecanismo que les permitiría extender los impactos y beneficios de las tecnologías limpias durante esta década.
Además, recomienda a las instituciones financieras establecer ambiciones netas cero, desarrollar marcos específicos de riesgo para las tecnologías limpias, asociarse con instituciones públicas para mejorar su impacto e invertir en conocimiento industrial para respaldar mejor los proyectos.
«Con una base industrial sólida, un ecosistema de innovación en ''cleantech'' de rápido crecimiento y siendo ya una potencia de energía limpia, la Península está preparada para convertirse en el próximo líder industrial de este sector en Europa», afirma Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad y CIB de BBVA.