Corea del Norte ha ordenado a todos sus estudiantes en el extranjero que regresen al país para recibir formación ideológica, con el fin de revertir la influencia exterior a la que han estado expuestos durante su estancia en el exterior, según declaró a la emisora Radio Free Asia un norcoreano huido que ha conseguido establecerse en Corea del Sur.
El evadido, que pidió ser identificado con seudónimo por seguridad personal, hizo saber a este medio que se enteró de la orden por otro evadido que llegó recientemente a Corea del Sur. «Me dijo que había estado estudiando en Rusia. Entonces las autoridades le ordenaron que regresara», indicó.
La orden vino del líder supremo Kim Jong-un, que habría tomado la decisión el mes pasado. No se sabe con exactitud cuántos jóvenes norcoreanos estudian en China y Rusia, pero probablemente son varios centenares de personas, según el medio surcoreano KBS. Muchos estaban allí desde antes de la pandemia de 2020. Los funcionarios de Pionyang temen que, al llevar tanto tiempo fuera del país, puedan haberse visto influidos por el mundo exterior, es decir, que se hayan acostumbrado a vivir en situaciones en las que su Gobierno no tenga el control total sobre sus vidas.
Había sido práctica habitual que se ordenara a los estudiantes regresar periódicamente en pequeño número para recibir clases de lealtad, pero estas no se produjeron durante la pandemia, por lo que las autoridades norcoreanas quiere ahora enviarlos a todos en masa para someterlos a inspecciones ideológicas intensivas, según la prensa del Sur.
Los estudiantes norcoreanos en China y Rusia experimentan más libertad que en su propio país, y esto ha hecho que muchos se escondan para evitar volver a casa, según Cho Han-Bum, investigador del Instituto Coreano para la Unificación Nacional, con sede en Seúl. «Estas personas experimentaron la libertad en el extranjero durante un periodo más largo, y como permanecieron en el extranjero durante mucho tiempo, hubo muchos casos en los que violaron las normas de las autoridades norcoreanas, voluntariamente o no», explica Cho. «Por eso, si vuelven a casa, hay más posibilidades de que sean castigados».
Pionyang está muy preocupado por perder el control sobre los estudiantes que han estado en el extranjero durante muchos años, asegura Kim Geumhyuk, un ex estudiante norcoreano en China que huyó a Corea del Sur en 2012. «Cinco años es mucho tiempo», afirma. «Creo que las autoridades norcoreanas deben tener más miedo [de los estudiantes] que los estudiantes [a ellos], teniendo en cuenta que estos estudiantes han estado fuera del alcance del control de Corea del Norte durante cinco años. Por tanto, la mayoría de ellos tendrá antipatía hacia el sistema norcoreano».