Un eclipse lunar penumbral ocurre cuando la Luna pasa a través de la penumbra de la Tierra, la parte exterior de su sombra. A diferencia de un eclipse total, donde la Luna se oscurece notablemente o incluso se torna de un color rojizo, en un eclipse penumbral el cambio es sutil. La Luna no desaparece ni se oscurece por completo, sino que adquiere una ligera sombra en su superficie, lo que le da un tono más apagado o difuminado.
Este tipo de eclipse es menos evidente a simple vista, pero sigue siendo fascinante para aquellos que disfrutan de observar las maravillas del cielo nocturno. Según el Observatorio Astronómico Nacional, durante el mes de septiembre se producirá un eclipse que se podrá ver desde España en altas horas de la madrugada.
El eclipse tendrá lugar el 18 de septiembre sobre las 4:13 de la madrugada y durará por lo menos hasta las 5:16 am. Su hora de visibilidad máxima será a las 4:44 am, cuando el 91% de la superficie lunar estará sumergida en la penumbra de la Tierra, según el mismo observatorio.
Para disfrutar de este eclipse, no necesitarás ningún equipo especial. A diferencia de un eclipse solar, no es necesario utilizar gafas protectoras ni telescopios para observarlo. Sin embargo, si cuentas con unos prismáticos o un telescopio, podrás apreciar mejor los detalles de la ligera sombra que cubrirá la Luna.
La visibilidad del eclipse será bastante amplia en toda España, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. Algunas de las mejores localizaciones para observar el eclipse incluyen áreas rurales o lugares elevados, lejos de la contaminación lumínica de las grandes ciudades. Las Islas Canarias, con su cielo despejado y oscuro, son una opción ideal para los observadores más entusiastas.
Si estás en una ciudad como Madrid, Barcelona o Sevilla, es recomendable buscar un parque o una zona elevada desde donde puedas tener una vista despejada del horizonte este, donde la Luna se elevará en el cielo al comienzo del eclipse.
En muchas culturas antiguas, los eclipses lunares eran considerados eventos cargados de simbolismo. Por ejemplo, en la mitología hindú, se creía que los eclipses eran causados por el demonio Rahu, quien se tragaba la Luna, pero era derrotado, permitiendo que la Luna reapareciera. En la tradición nórdica, los eclipses lunares eran vistos como momentos en los que lobos celestiales perseguían y atrapaban la Luna.
Para los antiguos mayas, los eclipses lunares eran temidos como presagios de catástrofes. Realizaban rituales para protegerse de los efectos negativos que creían que estos eventos podrían traer.