Con una temperatura de cero grados centígrados en verano y unos cuarenta grados centígrados bajo cero en invierno, el Polo Norte es el escenario más insólito para representar "El lago de los cisnes" y dejarse inspirar por la legendaria música de Tchaikovsky. En este paisaje cubierto de hielo y desafiando con su liviano tutú las gélidas temperaturas, la bailarina rusa Daria ha ofrecido una admirable actuación.
Esta empresaria y bailarina aficionada decidió su particular hazaña a principios de agosto. Ataviada con un tutú blanco y unas bailarinas, soportó las bajas temperaturas para interpretar, en medio de la nieve esta danza universal. La actuación de Daria fue impulsada por el crucero Polar Travel Club, que ha compartido el vídeo en redes sociales: "El Polo Norte es un lugar especial donde quieres convertirte en algo más grande y tocar algo hermoso", asegura la compañía.
"El poder del glaciar atómico y el suave cisne blanco en el paisaje de extensiones nevadas no dejaron indiferente a nadie, y es seguro decir que este es un nuevo récord mundial", puede leerse en la publicación que, como era de esperar, se ha hecho viral.
"El Lago de los Cisnes" es uno de los ballets más famosos y queridos de todos los tiempos. Compuesto por Piotr Ilich Tchaikovsky entre 1875 y 1876, cuenta la historia del príncipe Sigfrido, que se enamora de la princesa Odette, convertida en cisne por el malvado hechicero Von Rothbart. El argumento pudo inspirarse en el viejo cuento de Johann Musäus titulado "El velo robado", y el alemán "Ondina", escrito por Friedrich Fouqué. Tiene también reminiscencias de "La metamorfosis" de Ovidio, los cuentos de los Hermanos Grimm y la ópera de Daniel Auber, "El Lago de las Hadas".
El libreto del ballet fue escrito bajo la dirección de los Teatros Imperiales de Moscú. Sus autores fueron Helzer, bailarín y profesor, y Bergichev, dramaturgo y gerente de los Teatro Imperiales. Tchaikovsky a menudo componía música por encargo y aceptó el reto de debutar en el género del ballet. Para ello, utilizó parcialmente su partitura de su ópera "Ondina", que después destruiría. Creó una novedosa música llena de sinfonismo y melodías cargadas de lirismo.
El ballet se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú el 20 de febrero 1877. La coreografía que creó Reizinger, un coreógrafo checo que llevaba seis años trabajando para los Teatros Imperiales de Moscú, tuvo unas críticas terribles. Tampoco fue del agrado de Tchaikovsky: "No puedo pensar en esto sin sentir vergüenza", expresó. Tras su muerte, en 1893, le rindieron un homenaje en San Petersburgo llevando a escena lo mejor de su obra. De la coreografía de "El lago de los cisnes" se encargó esta vez Lev Ivanov. El fue quien hizo que los brazos de las bailarinas encarnasen el movimiento suave y fluido de las alas de los cisnes, una de las escenas más icónicas del ballet de todos los tiempos lo que modernizó al ballet al darle una estética romántica y novedosa. Desde su primer estreno 1877 hasta hoy, "El Lago de los Cisnes" ha sido representado en los teatros de todo el mundo manteniendo su lugar como fuente inagotable de belleza en la cultura universal.