La flamante candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, estará acompañada en la noche del jueves por su compañero de fórmula, Tim Walz, en su primera gran entrevista en televisión desde que el presidente Joe Biden abandonara la carrera presidencial. Y los republicanos no tardaron en atacar a Harris por parecer necesitar una «niñera», en alusión al papel que interpretará el gobernador de Minnesota durante la entrevista con CNN.
La vicepresidenta, de 59 años, espera que la entrevista acalle las críticas por haber evitado las apariciones incontroladas o sin guión desde la retirada de Biden hace cinco semanas, y tratará de aprovechar el impulso de la Convención Nacional Demócrata, celebrada la semana pasada en Chicago.
Sin embargo, la noticia de que la primera entrevista de Harris sería junto a Walz –y con una cadena afín– fue vista como una admisión de que la vicepresidenta, de quien se han burlado por sus «ensaladas de palabras», es incapaz de hacer una aparición mediática prolongada por su cuenta. La falta de disponibilidad de Harris ante los medios en el último mes se ha convertido en una línea de ataque clave de los republicanos durante la campaña desde la retirada de Biden. El equipo de Donald Trump lleva la cuenta de los días que ha sido candidata sin conceder una entrevista.
Sarah Huckabee Sanders, gobernadora de Arkansas y antigua secretaria de prensa del expresidente Trump, sugirió que Walz actuaría como «niñera» de Harris durante la entrevista con Dana Bash, la corresponsal política jefe de CNN. «Saben que Kamala Harris no puede superar una entrevista ella sola. No hay mucha confianza en alguien para convertirse en líder del mundo libre y pedir a la gente que la haga presidenta de Estados Unidos cuando ni siquiera puede sentarse [para] una entrevista», apuntó Huckerbee Sanders en la Fox. Jeff Behar, escritor de la respetada revista conservadora National Review, describió a Walz, de 60 años, como el «apoyo emocional del Medio Oeste» de Harris.
Las entrevistas conjuntas en un punto similar de la carrera son una constante en la política estadounidense. Ian Sams, portavoz de Harris, defendió la decisión de incluir a Walz en lugar de conceder una entrevista individual. «La entrevista conjunta es una tradición del verano electoral desde hace 20 años», escribió el miércoles en la red social X. «Kerry/Edwards, Obama/Biden, Romney/Ryan, Trump/Pence, Clinton/Kaine, Biden/Harris todas las hicieron. Casi siempre justo alrededor de las convenciones. Harris/Walz se unen mañana a esta rica tradición en la CNN».
A pesar del gran reconocimiento de su nombre como vicepresidenta, Harris sigue siendo algo desconocida para los votantes, pero a diferencia de otros candidatos presidenciales, no ha concedido ninguna entrevista en solitario a una gran cadena. Por eso, Dan Schneider, vicepresidente de MRC Free Speech America, un grupo de presión conservador, desestimó la entrevista de CNN.
«Kamala Harris sigue evitando a la prensa. En las últimas semanas, Harris ha grabado tres entrevistas con creadores de contenidos y personas influyentes durante el Comité Nacional Demócrata y ha respondido a algunas preguntas a gritos de periodistas en puntos de la campaña en estados disputados», expresó Schneider.
La entrevista con CNN tiene lugar durante la gira de dos días que Harris y Walz realizan en autobús por el sureste de Georgia, un estado decisivo en las elecciones, y que finaliza el jueves con un mitin en Savannah. Por otra parte, Trump y Harris participarán en un debate televisado el próximo 10 de septiembre, pero el candidato republicano, de 78 años, se ha quejado de la supuesta parcialidad de la cadena anfitriona, ABC News.
