En las últimas semanas numerosos medios de comunicación se han hecho eco del aumento de casos de avistamientos de una "nueva especie" marina en las costas españolas, pero sobre todo en las playas del archipiélago de las Islas Canarias.
Esta "nueva especie", que lleva años instalada en nuestras costas, se trata del gusano de fuego, que es un gusano que puede medir hasta 35 centímetros que pertenece a la clase de los Poliquetos, el grupo más grande y primitivo de los anélidos. Tal y como detalla la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (UB), puede llegar a medir 35 centímetros de largo y 2 de ancho, poseyendo un cuerpo alargado.
Además, según la Universidad de Barcelona, el gusano está formado por 125 segmentos idénticos, y cada uno de ellos está compuesto por una especie de pelos blancos (cerdas) están llenos de veneno y que sirven como sistema de defensa.
Según informa el medio digital de verificación 'Newtral', los datos de la Red de Observación del Medio Marino en Canarias (REDPROMAR) no constatan un aumento de avistamientos de esta especie de gusano, ya que tan solo se han visto 231 ejemplares de gusanos de fuego en los últimos 19 años, y el año en el que más gusanos se pudieron ver fue en 2022. Con ello, desde junio de este año, hasta finales de agosto, tan solo se ha notificado el avistamiento de 11 ejemplares en las playas del archipiélago.
Así, tanto la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, como los servicios de emergencias 1-1-2 de Canarias, han confirmado a 'Newtral' que actualmente no existe ningún aviso de peligro por esta especie en las playas del archipiélago.
No obstante, tal y como señala también el citado medio, sí es cierto que este verano se llegaron a instalar carteles informativos en algunas playas canarias debido a algunos avistamientos de gusanos de fuego, como, por ejemplo, en el municipio de Arucas, en Gran Canaria, tal y como informó Radio Televisión Canaria.
Aunque las picaduras de los gusanos de fuego no son letales para los humanos, sí que pueden causar diferentes reacciones alérgicas, como el enrojecimiento o el hinchazón y picazón de la zona. No obstante, también son comunes las ampollas, náuseas y mareos, aunque en los casos más graves, sobre todo en aquellas personas que tengan diversas patologías alérgicas o un sistema inmunitario débil, una picadura de esta especie puede ocasionar dificultad para respirar, fiebre y, en casos extremos, un shock anafiláctico.
A pesar de que los gusanos de fuego no suponen ningún peligro en la actualidad, tal y como se ha señalado con anterioridad, lo cierto es que nunca está de más recordar cuáles son los pasos a seguir en caso de picadura de esta especie. Por ello, lo primero que hay que hacer en caso de sufrir una picadura de un gusano de fuego es mantener al calma y, a continuación, salir del agua.
Después, lo primero de todo sería retirar las cerdas (esos pelitos blancos del gusano) que se hayan quedado enganchadas a la piel. Para ello es recomendable usar unas pinzas o, dado el caso, un trozo de cinta adhesiva para evitar que se claven más en la piel.
Acto seguido, será necesario lavar la zona afectada para limpiar la herida, preferiblemente con suero fisiológico aunque, dado el caso, se puede llegar a utilizar agua salada. Después, es recomendable aplicar frío sobre la zona afectada para disminuir la inflamación y el dolor y, después, es recomendable injerir un antihistamínico para aliviar la picazón y la reacción alérgica. Aunque, sin ninguna duda, lo mejor es acudir al médico para recibir la atención necesaria antes de automedicarse.
La solución a esta cuestión es sencilla. Dado que los gusanos de fuego suelen vivir en los fondos rocosos de algas, una buena manera de prevenir su picadura es evitar bañarse en zonas de roca o con excesivas algas, ya que debajo puede haber algún ejemplar de este tipo.
Además, otra recomendación si decides bañarte en alguna de estas zonas es usar calzado acuático, ya que llevándolo, los gusanos no podrán picarte de manera directa en la piel, lo que prevendrá cualquier tipo de picadura y efecto secundario provocado por una reacción alérgica.
