Los medallistas de plata de tenis de mesa norcoreanos Ri Jong Sik y Kim Kum Yong, que se hicieron selfies con sus oponentes Lim Jong-hoon y Shin Yu-bin de Corea del Sur en los Juegos Olímpicos de París, podrían enfrentar acciones disciplinarias por "sonreír" desde el podio, informó el New York Post.
Ri Jong Sik y Kim Kum Yong están siendo sometidos a una "evaluación ideológica" junto con otros atletas que regresaron de los Juegos Olímpicos de París, informó The Telegraph.
La evaluación, según informa The Daily NK, es un procedimiento estándar en Corea del Norte cuyo objetivo es eliminar cualquier "contaminación" percibida por la exposición a culturas extranjeras ya que eso atenta contra el socialismo.
Funcionarios anónimos en Pyongyang confirmaron a The Daily NK que los atletas han sido criticados por "sonreír" al lado de los atletas surcoreanos, que provienen de un país enemigo. La foto de los atletas de los países que técnicamente están en guerra entre sí se volvió viral en todo el mundo por capturar el espíritu deportivo y una muestra de unidad transfronteriza.
El selfie, en el que también aparecen los medallistas de oro chinos, fue hecho por el jugador surcoreano Lim Jong-hoon. La foto muestra las dos banderas nacionales de Corea del Sur. La imagen captó rápidamente la atención mundial, y el periódico surcoreano JoongAng Ilbo destacó el simbolismo de la imagen, en la que también aparece un teléfono Samsung, un producto del gigante de la electrónica surcoreano, y un patrocinador de los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, las autoridades norcoreanas habrían emitido directivas estrictas a sus atletas antes de los juegos, prohibiéndoles explícitamente interactuar con atletas surcoreanos o extranjeros. La advertencia conlleva una amenaza implícita de consecuencias proverbiales para cualquier atleta que viole estas órdenes.
En Corea del Norte, toda interacción con otros países que no sea aprobada por el gobierno de Kim Jon-un es castigada. Desde su regreso a su país de nacimiento, los dos medallistas olímpicos norcoreanos han sido sometidos a un proceso de «limpieza» para eliminar cualquier influencia «no socialista», según informa Daily NK. Este proceso es llevado a cabo por el Ministerio de Deportes de Corea del Norte y someten a los atletas a una evaluación ideológica para asegurarse de que sus ideales siguen fieles al régimen del Estado.
Aún no se ha concretado el castigo concreto pero cabe recordar que no es la primera vez que el régimen norcoreano castiga a sus deportistas. La pobre participación de Corea del Norte en el Mundial de Sudárica fue considerada una traición para el líder nacional y recibieron castigo. La selección de futbol de Corea del Norte llegó a su país y tuvo que enfrentarse al escarnio público.
Durante 6 horas, los jugadores tuvieron que estar frente a una muchedumbre que los insultaba. Según publicó el diario Telegraph, en un palco del Palacio de la Cultura Popular de Pyonyang y en posición de firmes, los jugadores tuvieron que ‘pagar’ por su pobre actuación mundialista. Peor fue el destino del entrenador Kim Jong-Hun que, además del escarnio público fue castigado con trabajos forzados en una obra.
La decepción mundialista fue ‘tipificada’ como “traición a la confianza del Querido Líder –título propagandístico del jefe del estado coreano Kim Jong-il”.
