Tal y como dejaron caer hace un par de días, con una insinuación evidente, los hermanos [[LINK:TAG|||tag|||63361796ecd56e3616932302|||Noel]] y [[LINK:TAG|||tag|||63361bc41e757a32c790c830|||Liam Gallagher]] anunciaron o confirmaron ayer, a través de sus redes sociales, la vuelta a los escenarios de [[LINK:INTERNO|||Article|||66cd7f9d1729a2000710243b|||«Oasis»]] –la única banda británica que supo coger la ola dorada de «Los Beatles»–, quince años después de su ruptura, fruto de las desavenencias cainitas entre sus dos principales componentes.
Lejos queda aquel 28 de agosto de 2009, en un festival de rock a las afueras de París, cuando justo hace hoy tres lustros Liam empuñó la guitarra a modo de espada, no precisamente para nombrar «sir» a su hermano Noel, sino para amenazarlo con agredirlo físicamente. Ahora, por el bien de la humanidad, las espadas ya no están en todo lo alto; más bien parece que al contrario: «Las armas se han silenciado. Las estrellas se han alineado. La gran espera ha terminado», tal y como expresó tras la buena nueva el menor de los Gallagher, entre lo poético y lo sentimental, en su cuenta en la red social X.
Se acabó por fin el clamar en el silencioso desierto de tantos fanáticos huérfanos de la banda de rock mancuniana que pedían infructuosamente, una y otra vez, su vuelta a los escenarios. Ahora sí, los seguidores de los padres del «brit-pop», que se cuentan por millones en los cinco continentes y parte de los océanos, podrán saciar su sed de champán gracias a este oasis o tregua fraternal en la que los Gallagher parecen haber derribado el maravilloso muro de las discrepancias.
Por tanto, quien quiera y pueda vivir la inolvidable experiencia de escuchar «Wonderwall», «Don’t look back in anger» o «Supersonic» en directo habrá de estar presto el próximo sábado, 31 de agosto, a partir de las 8 de la mañana hora española, para sacar en la web Ticketmaster entradas para alguno de los catorce conciertos que dará Oasis en el verano de 2025: 4 y 5 de julio en el Estadio Principality de Cardiff; 11, 12, 19 y 20 de julio en Manchester Heaton Park; 25 y 26 de julio, y 2 y 3 de agosto en el Estadio de Wembley; 8 y 9 de agosto en el Estadio Murrayfield del Edinburgh Scottish Gas; y 16 y 17 de agosto en Croke Park de Dublín.
En Manchester, su ciudad, los Gallagher no cantarán en el estadio del Manchester United, Old Trafford, ni tampoco en el de su equipo del alma, el Manchester City, Etihad Stadium. Lo harán en el equidistante parque de Heaton, en busca de la unidad de los mancunianos.
Aunque cabe preguntarse cuánta culpa ha tenido el City en el regreso de Oasis, una banda muy vinculada al fútbol. En su juventud, cuando los «Sky Blues» penaban en la Premier League, a la sombra del todopoderoso United de Sir Alex Ferguson, los hermanos Gallagher no renegaron de su fe «Citizen», como aquel chaval de la película, Jimmi Grimble. Quién les diría en los años 90, cuando empezaron a tocar, que en 2023 los suyos ganarían una Champions League.
Hasta tal punto se lo tomó como algo personal Noel Gallagher, que horas antes de la gran final de la Copa de Europa del pasado año, tuiteó asegurando que si el equipo entrenado por Pep Guardiola (quien pasó de cantar el «Viva la vida» de Coldplay en can Barça a «Wonderwall») ganaba la Champions, Oasis volvería. «Si el Manchester City gana la Champions League, voy a llamar a mi hermano y reunir a la maldita banda».
