El Chelsea ha sido muy cuestionado durante el mercado de fichajes de verano por la gran cantidad de incorporaciones (10) que suman un total de 241 millones gastados. Entre estos el que más ha retumbado ha sido el regreso de João Félix, quien llegó desde el Atlético de Madrid por 52 millones, mientras atravesaba un momento de incertidumbre en su carrera en el que ni en el club colchonero ni en el Barcelona, su último equipo, era tenido en cuenta.
Sin embargo y tras pocos días de ser oficializado, Enzo Maresca le dio la oportunidad de redebutar al portugués en el partido frente al Wolves por la segunda fecha de la Premier League al minuto 68 sustituyendo a Nico Jakson, para actuar como falso '9'. Los reflectores estuvieron sobre Félix desde el primer instante que pisó el césped pero esto no le pesó al momento de anotar el sexto tanto que sentenció la goleada (2-6).
Un regreso de ensueño que hace olvidar lo que fue su debut con los blues hace un par de temporadas cuando salió expulsado por una roja directa tras una durísima entrada sobre Kenny Tete, en la derrota 2-1 contra el Fulham. Esa era una versión completamente diferente a la que se vio de él en el partido de ayer, en el que evidentemente y como lo dijo su entrenador: "Aprendió de sus errores del pasado".
El Chelsea supo sacar adelante un partido frente al Wolverhampton que tras el 2-2 del primer tiempo estuvo inundado de dudas. En la segunda mitad tuvieron que aparecer Cole Palmer y Noni Madueke para destrabar el encuentro: el primero con tres asistencias y el segundo con un hat-trick fugaz. Esto hizo del juego el escenario ideal para que entrara João Félix a poner la cereza del pastel.
"Todo en este lugar es una mierda" fue lo que publicó el delantero inglés en su cuenta de Instagram la noche anterior al encuentro, refiriéndose a Wolverhampton. Pese a que rápidamente lo borró, varios usuarios lograron ver su mensaje y no gustó nada a los locales. Desde el pitido inicial tuvo que escuchar los abucheos dentro del estadio y el malestar de la afición del Wolves.
No conforme con eso, fue uno de los jugadores más destacados del juego. Marco un hat-trick en la segunda parte, los tres goles seguidos en 14 minutos (49, 58 y 63), y con cada anotación no dudo en desafiar a la grada con su celebración. Sin más reproches se fue el polémico Madueke, con el balón del partido y los primeros tres puntos de la temporada en el bolsillo.
