España se enfrenta a una terna de desafíos económicos interrelacionados que generan preocupación: el elevado desempleo, el aumento exponencial de la deuda pública y la insostenibilidad del sistema de pensiones.
El paro estructural registrado supera el 11% si bien, para los más jóvenes, la cifra supera el 26% y para los mayores de 45 años, es aún peor, ya que casi el 60% del total de parados supera esa edad. El elevado desempleo no sólo afecta a los ingresos de los hogares, sino que también tiene un impacto directo en las arcas públicas al reducir la base impositiva, al haber menos personas trabajando y contribuyendo, junto al aumento de la economía sumergida. Además, aumenta el gasto público en prestaciones, incrementando el déficit y, por tanto, la deuda pública.
El sistema de pensiones es insostenible y acumula una deuda superior a los 116.000 millones a pesar de las millonarias transferencias que recibe del Estado y el aumento de las cotizaciones, lo que, junto a la llegada de los «baby-boomers», también acelera el crecimiento de la deuda.
Como resultado, la deuda pública sigue creciendo sin que nadie pise el freno, acumulando un total 1,63 billones en junio, con un aumento mensual de casi 25.000 millones y un incremento de más de 400.000 millones desde 2020. La elevada deuda pública limita la capacidad del gobierno para invertir en crecimiento y responder a futuras crisis, además de que obliga a que una parte significativa del gasto se destina al pago de intereses, lo que deja menos recursos para otras necesidades, como educación o pensiones.
Estos problemas, que han sido persistentes en la economía española durante años, se agravan mutuamente, generando una espiral de insostenibilidad fiscal que pone en riesgo la estabilidad económica a largo plazo, así como la confianza de los inversores, aumentando la probabilidad de que, en un futuro, nuestra economía pudiese entrar en "default", especialmente si Europa cerrase el grifo. Debemos poner freno a esta sangría silenciosa que nos pasará factura más pronto que tarde.