El Kremlin se propone ayudar a todos aquellos extranjeros que quieren escapar «de la destructiva agenda económica neoliberal» que rema [[LINK:INTERNO|||Article|||65f776ea0526b0e45c471e0c|||en contra de «los valores espirituales y morales rusos»]] en sus respectivos países. El presidente ruso Vladimir Putin firmó a principios de esta semana un decreto que concede a estos «refugiados políticos» el derecho a solicitar la residencia temporal en Rusia «fuera de la cuota aprobada por el Gobierno ruso y sin aportar documentos que confirmen su conocimiento de la lengua rusa, la historia de Rusia y las leyes básicas». Trato especial. Las solicitudes pueden basarse en el rechazo a las políticas de sus países «encaminadas a imponer a la población ideales neoliberales destructivos, contrarios a los valores espirituales y morales tradicionales rusos», recoge el documento.
Los valores se enumeran en los fundamentos de la política estatal rusa en este campo, que pueden pertenecer a la inmigración, la homosexualidad y la fluidez de género. Además, el decreto del Kremlin solicita tanto al Gobierno como al Ministerio de Asuntos Exteriores la creación, en un plazo de 30 días, de un listado con los países que Moscú considera que «siguen una agenda neoliberal destructiva».
Las autoridades rusas intentan cada vez más atraer a occidentales conservadores al país, posicionando a Rusia como un contrapunto «tradicional» a lo que describen como un Occidente moralmente decadente. En mayo de 2023, las autoridades anunciaron la creación de un «pueblo de emigrantes» en las afueras de Moscú para expatriados estadounidenses conservadores. En aquel momento, un abogado especializado en migraciones dijo que «unas 200 familias» querían emigrar al país por «motivos ideológicos». En este sentido, la semana pasada, el Ministerio del Interior ruso declaró que una pareja estadounidense y sus hijos habían solicitado «asilo temporal» en el país debido a la «anulación... de los valores tradicionales y familiares, así como al bajo nivel educativo» en Estados Unidos.
En 2019, Putin declaró al Financial Times que la entonces canciller alemana, Angela Merkel, había cometido un error cardinal al adoptar una política liberal hacia la inmigración procedente de Oriente Próximo. «La idea liberal presupone que no hay que hacer nada. Los inmigrantes pueden matar, saquear y violar impunemente porque hay que proteger sus derechos como inmigrantes. ¿Qué derechos son esos? Todo delito debe tener su castigo», expresó Putin, quien aseguró que Rusia no es homófoba, pero que la disposición occidental a aceptar la homosexualidad y la fluidez de género le parecía «excesiva»: «Los valores tradicionales son más estables y más importantes para millones de personas que esta idea liberal que, en mi opinión, realmente está dejando de existir».