La presión migratoria tampoco cesa en Ceuta. Alrededor de una veintena de menores inmigrantes lograron acceder a nado a Ceuta durante la madrugada de ayer, en una nueva oleada de intentos de entrada desde Marruecos que mantuvo en alerta a la Guardia Civil y a las autoridades locales. Este intento se produjo tan solo una semana después de que otro grupo más numeroso lo intentara también aprovechando la niebla que cubría la ciudad.
En las últimas semanas, la presión migratoria sobre la ciudad es constante. Este tipo de incursiones terrestres son extremadamente peligrosas tanto para quienes tratan de llegar como para las autoridades. Al producirse de noche y sin suficiente visibilidad, los rescates ponen a prueba a los agentes, que escuchan gritos y el chapoteo sobre el agua, sin apenas distinguir nada. Además, muchos de quienes intentan cruzar por esta vía tienen pocos conocimientos de natación, de ahí que muchos pierdan la vida en su intento de alcanzar la costa. En lo que va de año se han encontrado varios cadáveres.
Según los últimos datos actualizados por el Ministerio del Interior, hasta el 15 de agosto llegaron el triple de personas a nado a Ceuta de forma irregular que en 2023. En concreto, lo hicieron 1.605, la inmensa mayoría a nado, frente a las 587 que lo hicieron el año pasado, es decir, un 143 por ciento más. O lo que es lo mismo, casi el triple de personas.
Ante esta situación insostenible, el presidente de Ceuta, Juan Vivas (PP), anunció la semana pasada el envío de una carta en petición de socorro al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En ella expresará que «bajo la conmoción de un auténtico drama humano, la ciudad de Ceuta se encuentra absolutamente desbordada en sus capacidades para asistir y acoger a los menores migrantes no acompañados que llegan a nuestra ciudad y, por tanto, a España y a Europa».
La situación de los menores no acompañados también preocupa especialmente a las autoridades locales. Ceuta acoge actualmente a 434 menores migrantes no acompañados pese a contar con recursos para atender tan solo a 132. La tasa de ocupación se encuentra «por encima del 400 por ciento», según el Gobierno local. En agosto, a falta de nueve días para concluir el mes, la ciudad ha «acogido a más de 190 menores», informó la institución a Ep. De media, «entre nueve y diez niños diarios», aunque, advierten, se trata de un cálculo ficticio, ya que el número de entradas diarias varía en función de factores como las condiciones meteorológicas.
El pasado martes, la Delegación del Gobierno en Ceuta confirmaba que las instalaciones albergaban a unas 700 personas (la mayoría marroquíes y argelinos) pese a tener 512 plazas. Aunque las entradas de adultos van en aumento, también se organizan con frecuencia traslados a la península. El último tuvo lugar el pasado martes, cuando 16 personas de Mali, Marruecos y Sudán abandonaron el CETI,
Mientras tanto Sánchez apura sus últimos días de vacaciones en La Mareta antes de retomar un otoño caliente en la agenda política, en parte por la crisis migratoria. En este sentido, el colapso de los recursos de acogida sigue poniendo al límite la capacidad de algunas comunidades autónomas. De hecho, Ceuta solicitará al Gobierno de Pedro Sánchez un nuevo plan de contingencia, similar al realizado en febrero, para dar respuesta a la presión migratoria que se ha visto agravada durante este verano, anunció el portavoz del Ejecutivo ceutí, Alberto Gaitán el pasado martes. Asegura que están al límite y que no pueden hacer frente a este fenómeno solos, sin la ayuda del Estado.