La pareja de rockeros más famosa de España siempre dan mucho que hablar. Pero esta semana no. No han querido. Y es que, como bien explican en redes sociales, Alaska y Mario han necesitado de una desconexión digital de siete días que les ha venido de maravilla. Son una pareja muy mediática. Desde que ambos artistas grabaron su famoso docureality y nos dejaron entrar en su casa de la forma más cómica y divertida, nos hicieron partícipes —más si cabe— de su vida diaria, llena de eventos y reuniones con famosos de todos los sectores.
Últimamente, no se habla de otra cosa. Y es que Alaska ha cambiado radicalmente de 'look' en los últimos tiempos. Dejó atrás su famoso pelo negro azabache, para dar paso a un rubio platino, revolucionando a todos sus seguidores. Los retoques estéticos de Alaska también han sido comentados. A lo largo de los años, la cantante ha hecho una rinoplastia, aumento de pecho y pómulos, una liposucción, un lifting facial. Un tratamiento para eliminar las arrugas del entrecejo, elevar la cola de las cejas, y tensar la zona del cuello. También se habría realizado una blefaroplastia (eliminar el exceso de piel de los párpados) y un procedimiento de definición del ángulo mandibular con ácido hialurónico.
No es ningún secreto que la pareja se apoya en diferentes intervenciones de vez en cuando. Y no lo ocultan, todo lo contrario, en el famoso documental Mario iba a un doctor a informarse sobre diferentes retoques y Alaska hablaba de su operación de pecho. Ellos presumen de su imagen renovada y lo hacen con naturalidad. ¡Y a nosotras nos encanta! De hecho, una de las fobias saludables de Alaska es el miedo a tomar el sol. Y eso, junto a algún tratamiento, hace que la cantante luzca una piel envidiable. Ambos están maravillosos, pero para que la belleza siga intacta, necesitan unas vacaciones. Y no solo físicas, también digitales. Y así lo han hecho saber en un post de Instagram muy clarificador.
"Gótico rockero rural. Paseando con nuestro amigo Bruno por la sierra de Madrid tras una semana de vacaciones digitales sin pasar por Instagram, que eso también son vacaciones", explica Alaska. Y es que ya se ha demostrado en muchos estudios que la hiperconectividad a la que está sometido el cerebro de forma casi constante durante todo el año se mantiene también en vacaciones y eso nos afecta, porque no conseguimos desconectar realmente.
Vivir la vida real, en vez de esa vida virtual que nos ofrecen las redes sociales, no es necesario, es fundamental. De hecho, la psicóloga Marián Rojas sostiene que la desconexión digital estimula la dopamina de forma positiva. Este neurotransmisor clave en el sistema de recompensa del cerebro, cuya liberación está asociada con el placer, la motivación y la sensación de bienestar, se ve afectado por la constante exposición a estímulos digitales (notificaciones, redes sociales, correos). Estos pueden aumentar los niveles de estrés y ansiedad, lo cual, a su vez, puede afectar negativamente los niveles de dopamina.
Si estamos de vacaciones, vamos a hacerlo bien, ¿no?
