La FIFA ha publicado estos días el dossier donde se apuntalan todos los detalles de las sedes que acogerán al menos un partido durante la Copa del Mundo de 2030 celebrada en Marruecos, España y Portugal. España será el país con más sedes mundialistas. De las 20 sedes, 11 estarán en territorio español, 6 en Marruecos y 3 en Portugal. Tres estadios son los candidatos a albergar la final del torneo: el Bernabéu el Camp Nou y el de Casablanca. Desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dan favorito al estadio del Real Madrid y la FIFA dejaba entrever el pasado mes de junio que ayudaría a España para que así fuera. Sin embargo, n Marruecos no piensan quedarse quietos y tratan de vender con una campaña a nivel mundial y ante la FIFA su mega proyecto del estadio más grande del mundo: el Gran Estadio Hassan II de Casablanca.
El régimen de Mohamed VI lleva meses ejecutando una estrategia para arrebatar a España la final del Mundial que se celebrará en el año 2030 y lograr que el encuentro se dispute en el que pretende ser el estadio más grande del mundo, ubicado en Casablanca. A través de medios de comunicación de todo el mundo —incluidos españoles—, está orquestando una campaña que busca reflejar las virtudes de esta nueva edificación para convencer a la FIFA de que Marruecos es la mejor opción.
Este miércoles, el estudio de arquitectos estadounidense Populous que diseña el proyecto, en colaboración con la firma franco-marroquí Oulalous + Choi (O+C , mostró nuevas imágenes del estadio y los medios marroquíes aseguraron que el país luchará ante la FIFA para llevarse la final. «Marruecos prepara una gran sorpresa para acoger la final del Mundial de 2030 en lugar de España y Portugal» o "El estadio más grande del mundo para robar a España la final de Mundial", se podía leer en la prensa del país vecino.
El estadio “Hassan II Grand” de Casablanca, que ya ha empezado a contruirse es un icono del fútbol marroquí y tendrá una capacidad de 115.000 asientos, lo que lo convierte en un escenario ideal para el partido más importante del torneo.
Marruecos se ha comprometido a preparar los estadios para el evento, y se han iniciado trabajos de construcción y ampliación en varios de ellos. Además, Marruecos ha designado varios lugares para albergar las manifestaciones que acompañarán el Mundial 2030. El Gran Teatro de Rabat será el escenario del sorteo de la ronda preliminar y de la fase final, mientras que el Palacio de Conferencias de Benguerir albergará talleres y seminarios para los equipos participantes; y el Gran Teatro de Casablanca, por su parte, será el lugar donde se celebrará la conferencia de la Federación Internacional de Fútbol.
El diseño se inspira en la tradicional reunión social de Marruecos conocida como "moussem", con la estructura del estadio ubicada bajo un gran techo de carpa que emerge como una intervención dramática en el paisaje boscoso. En ambos extremos del enorme estadio, tres gradas empinadas y compactas garantizan un ambiente vibrante y espectacular. Cada fondo del estadio tiene capacidad para 29.500 espectadores con entrada general.
Asimismo incluirá cinco niveles de hospitality en ambas tribunas principales, donde se situarán los 12.000 usuarios VVIIP, VIP, Hospitality y Box, además del palco real.
El estadio está cubierto por una espectacular cubierta hecha con una celosía de aluminio única. Para sostener la geometría de la cubierta y del estadio hay un anillo de 32 escaleras que crean puertas monumentales que cuentan con exuberantes jardines ubicados en plataformas elevadas, cada una a 28 metros del suelo. Además, según las imágenes publicadas por Populous, habrá tres canchas de baloncesto, cinco campos de fútbol de entrenamiento y tres edificios, además de un jardín botánico.
Una vez termine el torneo servirá como sede de dos clubes locales. Las obras ya están en marcha en un terreno de 100 hectáreas en la ciudad de El Mansouria, en la provincia de Benslimane, a 38 km al norte de Casablanca, después de que se aprobara la financiación pública en octubre de 2023. El Grand Stade Hassan II tiene un precio estimado de 450 millones de euros y el terreno seleccionado abarca una superficie de 100 hectáreas.
La campaña internacional ha comenzado y España deberá ponerse las pilas.