Cuando llega el verano a todos nos apetece desprendernos de toda la ropa que podamos para poder llevar mejor las altas temperaturas, más aún tras el último aviso de la AEMET que ha puesto en alerta a cinco Comunidades Autónomas por calor extremo.
Sin embargo, cuando llega esta época del año de lucir torso, puede que a muchos les dé reparo y un poco de pudor, ya que no lucen los cuerpos normativos que la sociedad tiene como “ideales” con los nuevos cánones de belleza actuales en los que hay que lucir un abdomen plano y, si es con tableta marcando abdominales, mucho mejor.
No obstante, y aunque todos los cuerpos están bien y deben ser aceptados tal y como son, hay muchas personas que deciden emprender una rutina física y de alimentación para lograr el físico que desean, ya sea por unas razones u otras.
En este sentido, Marian Rojas, más conocida como Boticaria García, ha ofrecido una serie de consejos para adelgazar en una entrevista realizada por el digital ‘Telva’ en el pódcast ‘La belleza es nuestra’.
Durante la entrevista, Boticaria García es preguntada sobre qué es lo que ocurre exactamente cuando el cuerpo tiene hambre. Ante esto, la nutricionista y farmacéutica aclara que hay distintos tipos de hambre: el hormonal, el fisiológico y el emocional.
El hambre fisiológico sería “el normal”, tal y como asegura Boticaria, mientras que el emocional “es el hambre del cortisol”. Para ello, lo ejemplifica con una escena cotidiana de casa: cuando llegamos cansados y extasiados de trabajar, el cuerpo nos pide comer algo dulce… Eso se debe al cortisol, que, según confirma, también altera la leptina. Mientras. El aburrimiento también produce hambre porque falta dopamina y, tal y como asegura Boticaria entre risas, ese antojo no se busca en el brócoli.
Además, asegura que hay otro tipo de hambre: el ambiental, al que ella llama “culo veo, culo quiero”, ya que este hace referencia a que, sin tener hambre, una persona ve a alguien comer algo y se le antoja lo mismo, por lo que se lo acaba comiendo.
Finalmente, está lo que se conoce como el hambre del Dragón Khan, que ocurre cuando consumes azúcar por la mañana, ya que esto hace que el cuerpo experimente un aumento rápido de glucosa seguido por una fuerte caída. De hecho, según afirma Boticaria, estudios recientes han demostrado que quienes desayunan alimentos azucarados, como erróneamente se ha recomendado durante mucho tiempo, pueden ingerir hasta 300 kilocalorías más al día en comparación con quienes no lo hacen... Una ingesta adicional diaria puede traducirse en hasta 9 kilos más al año.
Así, la farmacéutica asegura en la entrevista del citado medio que no se puede dejar de tener hambre y que el único hambre saludable es el fisiológico, ya que es el que necesitamos para sobrevivir. Por su parte, apunta que en el hambre ambiental y emocional lo que se busca es la dopamina, que muchas personas encuentran en la comida, especialmente en el azúcar. Por ello, recomienda sustituir esa fuente de dopamina por otras mucho más saludables: salir a caminar, hacer planes con los amigos o, incluso, cantar o escuchar música.
