La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado este lunes una nueva campaña de control de consumo de alcohol y drogas en las carreteras, que se extenderá hasta el domingo 25 de agosto. A esta iniciativa se han sumado numerosos municipios con más de 25.000 habitantes, que también realizarán controles en las zonas urbanas.
El consumo de bebidas alcohólicas y drogas sigue siendo uno de los principales factores de riesgo en los accidentes de tráfico, tanto mortales como con víctimas. La DGT destaca que en 2023, más de la mitad (53,6%) de los conductores fallecidos en carretera y sometidos a autopsia dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos. Este porcentaje ha aumentado un 0,8% respecto al año anterior.
Con el objetivo de reducir este riesgo, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) establecerá múltiples puntos de control en diferentes tipos de vías y en cualquier momento del día para interceptar a conductores que hayan consumido estas sustancias.
La DGT lleva años colaborando con los ayuntamientos para fortalecer la capacidad de las policías locales en la realización de pruebas de alcohol y drogas, mediante formación y suministro de equipos. El Ministerio del Interior subraya que la implicación de las autoridades locales es crucial para realizar controles cercanos a las zonas de consumo y reducir así la exposición al riesgo en las carreteras.
Aunque ha habido avances en la concienciación ciudadana, la DGT insiste en que "la única tasa segura es 0,0%", lema de su campaña de verano: "A la carretera no le importa cuánto has bebido. Solo cero tiene cero consecuencias".
La DGT también recuerda que la tasa máxima de alcohol permitida en aire espirado es de 0,25 mg/l para conductores en general. Las sanciones por superar este límite pueden alcanzar los 1.000 euros y la retirada de hasta seis puntos del carné de conducir.
