La patronal del calzado pide al Gobierno un margen de tiempo para poder implantar la reducción de jornada laboral, de manera que pueda ser capaz de absorber esta nueva situación, se vaya adaptando y tomando sus medidas porque, de lo contrario, puede ser el final de muchos fabricantes. El vicepresidente de la Federación de Industrias de Calzado Español (FICE), el empresario riojano Alfonso Ruiz, ha reclamado al Gobierno "que piense muy bien cómo aplicar esto. Una cosa es poner un objetivo de reducción de jornada laboral y establecer un margen, por lo menos, de 3 o 4 años", de manera que "en uno o dos convenios, seamos capaces de absorberlo y adaptar las empresas a las nuevas situaciones" para implantar esta medida, según ha manifestado a Efe.
Este sector se caracteriza por ser de mano de obra intensiva y una reducción de jornada laboral puede provocar "un aumento de costes brutal", ha advertido Ruiz, quien regenta la empresa Arneplant, en la ciudad riojana de Arnedo, que es uno de los centros neurálgicos de fabricación de España. De momento, ha subrayado, se desconoce la forma en la que se va a aplicar la medida, pero el convenio del calzado tiene vigencia hasta 2025 y que "te cambien las reglas a mitad de curso (de vigencia de convenio)", pone al sector en una situación "muy complicada".
Además, el sector viene de "una subida importante de inflación" y, cuando haya que actualizar el convenio en 2025, puede suponer un aumento de entre un 5 y un 6 % de coste de mano de obra de cara a 2026, ha precisado. Si a ello se le añaden los costes derivados de una reducción de jornada, que puede suponer otro 5 %, ha añadido, la subida salarial puede situarse entre un 10% y 11%.
Por otra parte, también se han incrementado las cotizaciones a la Seguridad Social, lo que, en conjunto, es "un suma y sigue para un sector, que el 40 o 50 % de coste es mano de obra" y que, además, está en un mercado a la baja en los precios, ha asegurado. Por ello, la patronal ve con una "incertidumbre brutal" el alcance que puede tener esta medida en el sector, ha indicado Ruiz, quien ha recordado que FICE y sus asociaciones aglutinan a más de 400 empresas que representan el 90 % de la producción, distribución y exportación del sector del calzado en España.
También ha destacado que el calzado es un sector "muy variopinto", con mucha variedad de empresas y modalidades de producción, como el calzado de moda, el de seguridad laboral o la zapatilla, entre otros. Si no se incluyen a las grandes distribuidoras, como, por ejemplo, Inditex, entre otras, que, realmente, "juegan en otra liga", la mayor parte de las empresas son pymes y micropymes, ha explicado este empresario.
La gama de producción del calzado de moda está, ha asegurado, en "una situación bastante crítica" que no se vivía desde los años 1992 y 1993, debido a los tipos de interés, la inflación y los cambios legislativos. Las tendencias de consumo se han volcado en el ocio y la moda, ha proseguido, "ha salido perdiendo en este juego", en el que "cada uno juega las cartas como puede".
En este análisis, Ruiz, ha destacado el interés del tejido empresarial por aprovechar las oportunidades y avanzar en la I+D+i, como lo demuestran sus centros tecnológicos, entre ellos, el ubicado en Arnedo. La venta en línea, ha recalcado, se considera "una oportunidad" y un reto para una parte importante del sector, ya que hay firmas que tienen una marca reconocida y ello podría ser una oportunidad para explorar el mercado en internet, pero "también hay muchas marcas que no son reconocidas".
El que depende más de exponer su género en el escaparate lo "tiene mucho más difícil para competir", ha precisado Ruiz, quien también ha reconocido que la mayor parte de los factores que influyen en el sector se repiten en Europa. Ha precisado que el calzado de seguridad laboral, que en Arnedo tiene firmas "referentes", está estable, incluso creciendo, y es un mercado que, en principio, no está en retroceso, aunque se mueve en los mismos términos de la reducción de la jornada laboral y tiene "muchos competidores".
