El santoral católico es un compendio que recoge los nombres
de los santos y beatos reconocidos oficialmente por la Iglesia Católica,
asignando a cada uno de ellos una fecha específica en el calendario. En total,
el santoral incluye aproximadamente 7.000 personajes de gran relevancia. Los
santos son individuos que han dejado una huella indeleble en la historia del
cristianismo, distinguiéndose por su sacrificio y su profunda conexión
espiritual. Por otro lado, los beatos están en proceso de ser reconocidos oficialmente
como santos.
Hoy, domingo 11 de agosto, la Iglesia Católica honra a varios santos y beatos. Desde el periódico La Razón destacamos particularmente a Santa Clara de Asís. No obstante, hoy también se conmemora a otros 15 santos y beatos que han dejado su huella en la historia del cristianismo y han ofrecido un testimonio de fe inquebrantable.
Santa Clara de Asís nació el 16 de julio de 1194 en Asís, Italia, en el seno de una familia noble y acaudalada. Sus padres, descendientes de la aristocracia de Asís, le brindaron una vida de protección y privilegio en su palacio. Desde temprana edad, Clara mostró una profunda devoción cristiana, influenciada en gran medida por su madre, quien realizaba largas peregrinaciones a lugares sagrados como Bari y Santiago de Compostela.
Durante su infancia, Clara vivió en aislamiento y sin
amistades, dedicando su tiempo a la oración y la práctica de mortificaciones
con cilicios. Su vida tomó un giro drástico cuando conoció a Francisco de Asís,
quien se convirtió en su guía espiritual. Con su apoyo, a los 18 años, Clara
tomó la valiente decisión de escapar de su hogar y adoptando el hábito de
fraile de la orden franciscana.
Desde entonces, Clara abrazó una vida de pobreza extrema, renunciando a todas sus posesiones y prometiendo vivir sin nada propio. Así dio inicio a la Segunda Orden Franciscana, conocida como las Damas Pobres o Clarisas. El ideal de San Francisco fue llevado a la práctica por Clara y un grupo de mujeres de Asís y de toda Italia. Clara vivió este ideal durante 43 años, sin salir del convento.
En la Iglesia de San Damián, a las afueras de Asís, Clara
asumió el rol de madre superiora y se dedicó con fervor al cuidado de los
enfermos. Durante su vida, vio cómo su orden se expandía por España, Bohemia,
Francia e Inglaterra, llegando a tener 43 conventos en el siglo XIII. Con el
paso de los años, su salud se deterioró gravemente y falleció el 11 de agosto
de 1253, cuando tenía 59 años. Santa Clara de Asís fue canonizada solo dos años
después por el Papa Alejandro IV, y la fecha de su fallecimiento sigue siendo
conmemorada en la actualidad.