Elegir entre un refrescante "tinto de verano" o una fría cerveza puede ser un dilema. Ambas bebidas son populares en España, pero ¿cuál engorda menos? Analizamos las calorías y beneficios de cada opción para ayudarte a tomar una decisión informada y disfrutar del verano sin remordimientos.
El tinto de verano es una bebida tradicionalmente española que se elabora mezclando vino tinto con un refresco azucarado, hielo y una rodaja de limón. Esta combinación resulta en una bebida muy refrescante y agradable al paladar, ideal para los días calurosos. Sin embargo, el tinto de verano no es precisamente una opción baja en calorías. Una jarra de esta bebida puede contener hasta 120 kcal, dependiendo de la cantidad de azúcar y alcohol que se utilice en su preparación.
El principal problema del tinto de verano radica en su contenido de azúcar y alcohol, ambos componentes que pueden contribuir al aumento de peso si se consumen en exceso. Además, el azúcar tiene un efecto adictivo que puede llevar a un consumo excesivo. A pesar de esto, el tinto de verano también tiene sus beneficios. El vino tinto contiene polifenoles, antioxidantes que ayudan a reducir el efecto de los radicales libres y pueden disminuir la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, estos beneficios no compensan el alto contenido calórico y de azúcar de la bebida.
La cerveza es la bebida alcohólica preferida por muchos españoles, especialmente durante el verano. Elaborada a partir de cebada, la cerveza contiene menos grados de alcohol que el tinto de verano y aporta aproximadamente 85 kcal por cada 330 ml. Además, la cerveza es una fuente de minerales como potasio, fósforo y magnesio, así como de vitaminas del grupo B y una pequeña cantidad de hidratos de carbono.
A pesar de tener menos calorías que el tinto de verano, la cerveza presenta un desafío diferente: la cantidad consumida. Es común que se beban varias cervezas en una sola sesión, lo que puede llevar a un consumo calórico total mayor. Para aquellos que buscan una opción más saludable, una buena recomendación es optar por cervezas artesanales o elaboradas en casa, que suelen tener menos azúcares añadidos y conservantes. Además, es importante moderar la cantidad consumida para evitar un exceso calórico.
La clave está en la moderación y en optar por versiones más saludables de estas bebidas. Si buscas una opción que engorde menos, la cerveza podría ser la mejor elección, siempre y cuando se consuma con moderación.
