Un estudio señala que existe una relación entre la belleza, el dinero y la esperanza de vida de las personas
¿Los feos viven menos? Por más absurdo que esto suene, esta teoría ha encontrado soporte en una reciente investigación de la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad Estatal de Texas publicada en la revista Social Science & Medicine. Dicho estudio llegó a la conclusión de que la apariencia podría influir en los años de vida que vivimos, analizando los datos de mortalidad de miles de adolescentes graduados del instituto hacia los años 50.
Esta investigación no es la única que se ha realizado sobre el tema. Un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos concluyó en 2017 que el envejecimiento y la expectativa de vida estaban fuertemente vinculados al atractivo y al estilo de vida. Aunque se sabe poco sobre la asociación entre ser guapo y la longevidad, sí hay una relación entre la belleza, la salud subyacente y la estratificación social, es decir, el estilo de vida: los lindos viven más y mejor.
El científico social Connor Sheehan, de la Universidad Estatal de Arizona, y el economista Daniel Hamermesh, de la Universidad de Texas en Austin, escriben en el artículo que, tras conformar un jurado de seis hombres y seis mujeres, calificaron el atractivo de 8.386 estudiantes de la década de los 50 a partir de fotos. De ahí, separaron la muestra de más a menos atractivos y establecieron una comparación con las muertes ocurridas en cada grupo cuando ya tenían más de 80 años.
Los resultados fueron curiosos, pues aquellas personas que el jurado calificó como menos atractivas tenían un 17% más de probabilidad de haber muerto antes de los 80. Cabe aclarar que la diferencia en la tasa de mortalidad entre los que calificaron como intermedios y los individuos de aspecto atractivo superior no fue tan significativa. Esto indica que los feos viven menos, pero los lindos no tienen tantas ventajas en relación con el promedio.
Todo es como un círculo: la belleza, frecuentemente asociada con un mayor atractivo físico, puede influir en la percepción social y las oportunidades económicas de una persona. Así, las personas percibidas como más bellas tienden a tener mayores ingresos, lo que a su vez les proporciona un mejor acceso a recursos de salud, alimentación de calidad y un estilo de vida mejor en líneas generales, todos factores que pueden contribuir a una mayor longevidad.
Aquí entra en juego la teoría del "capital erótico", que sugiere que el atractivo es un recurso per se en la sociedad, similar al capital social o económico, lo que coloquialmente se conoce como "Pretty Privilege". Esto indica que los lindos reciben un trato favorable en situaciones sociales, lo que puede traducirse en beneficios económicos y éxito financiero.
Es importante señalar que esta relación no es determinista; en otras palabras, no todas las personas atractivas son ricas o viven más tiempo, ni todas las personas con dinero son atractivas o tienen una mayor expectativa de vida. Otros factores como la genética, el entorno social y las decisiones personales también juegan un papel significativo.
