Se trata de una de las frases más utilizadas en el idioma español y recogida por la RAE
El español (o castellano) es uno de los idiomas más ricos del mundo. Gracias a su influencia, es la segunda lengua que más se habla en el planeta Tierra, y está presente y todos y cada uno de los continentes. Con más de 100.000 palabra, asimismo, que hay en el diccionario según la RAE, los hispanohablantes podemos comunicarnos a la perfección en cualquier situación. Así, hay expresiones y refranes en nuestro idioma que se utilizan muy a menudo, como la de "una de cal y otra de arena". Pero, ¿cuál es su origen y su significado?
Esta es una de las expresiones que más utilizamos en el español. Cuando decimos "dar una de cal y otra de arena", queremos decir que recibimos algo bueno y posteriormente, algo malo, o al revés. Tiende a utilizarse en relación a lo que recibimos de una persona o cosa, que nos puede aportar cosas positivas en algunas ocasiones, mientras que en otras sería algo negativo.
El significado no genera dudas. Asimismo, la RAE recoge que es una "alternativa de cosas positivas y negativas". A simple vista, podemos pensar que la de cal correspondería a la parte negativa, ya que se trata de un óxido cálcico y corrosivo, mientras que la parte de la arena sería la buena. Pero nada más lejos de la realidad, el origen destapa el mito.
La expresión se refería originalmente a la argamasa, es decir, el mortero a base de arena, cal y agua que se utilizaba en la antigüedad en la albañilería y construcción de viviendas y muros. El mortero es una mezcla básica en la albañilería utilizada para unir ladrillos, bloques y otros materiales de construcción, así como para revestir superficies.
El mortero es fundamental para la solidez y la durabilidad de las estructuras en albañilería, y su preparación adecuada es clave para el éxito de cualquier proyecto de construcción. Tanto la cal como la arena son necesarias para un buen mortero, de tal manera que se tiene que usar "una de cal y otra de arena" para equilibrar la balanza.
De esta forma, el dicho se aplica metafóricamente a situaciones o comportamientos buenos y malos que hagan un equilibrio entre lo positivo y lo negativo. Se trata de una expresión que tiene su origen en la construcción, donde la mezcla de cal y arena es fundamental para obtener un buen mortero, de tal manera que se pueda lograr una mezcla equilibrada.
