Tras quedar fuera de Río, Cravioto le aconsejó que se apuntara al Ejército para aplicar los valores militares en el deporte. Así acabó en la BRILAT
La embarcación del K4 500, formada por Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo, ha logrado un bronce para la leyenda. Con esta, Craviotto suma su sexta medalla olímpica desde aquel oro que consiguiera en Pekín 2008. También es especial la presea para Marcus Cooper, el abanderado español en estos JJ.OO., que suma su tercera medalla olímpica con una embarcación que ya logró la plata en Tokio 2020. Aún así no ocultaron su decepción al conocer que se les escapó la medalla oro por tan solo 25 centésimas, las que les sacó Alemania en la segunda mitad de la prueba, en la que también les superó Australia. Una diferencia ínfima que hizo al kayak de España conformarse con una medalla de bronce que les dejó mucho mejor sabor cuando llegaron a tierra y se la colgaron al cuello.
El barco de España, como llamó Arévalo al kayak que comparte con Germade, Cooper y Craviotto, llegó a París con el objetivo de igualar o superar la plata de Tokio pero no pudo ser.
Este éxito en piragüismo ha servido al Ejercito de Tierra para presumir una vez más de unos de sus campeones. En el Ejército de Tierra, como en el conjunto de las Fuerzas Armadas españolas, hay quienes compaginan su actividad profesional con la práctica deportiva más allá de lo que exige la instrucción y el adiestramiento, o el mantenimiento de las condiciones psicofísicas que requiere su trabajo. Son auténticos deportistas de élite aunque no reciban el reconocimiento de las estrellas civiles. Las diferentes unidades del Ejército Español gozan de un enorme prestigio en misiones internacionales pero pocos conocen su brillante historial de medallas y galardones en un sinfín de disciplinas deportivas. Fútbol, Triatlón, jiu-Jitsu , Doma, Piragüismo o brutales competiciones como las Spartan Race forman parte sus logros.
Este es el caso de Carlos Arévalo, cabo del Regimiento Príncipe nº3 de la Brilat (La Brigada Galicia VII, Brilat) del que ahora presume el ejército español.
Tokyo 2020 fueron sus primeros Juegos. Podría haber debutado en Río 2016 pero se quedó sin plaza porque se la arrebató Saúl Craviotto. Esto fue un duro golpe para Arévalo que le costó superar.
El propio Cravioto le aconsejó y le recomendó que se apuntara al Ejército para aplicar los valores militares en el deporte, tales como disciplina, fuerza, sacrificio... Así fue cómo Carlos Arévalo terminó en el Regimiento Príncipe de Infantería en el acuartelamiento Cabo Noval en Asturias. El soldado Carlos Arévalo López ingresó en las Fuerzas Armadas el 23 de diciembre de 2017 y actualmente está destinado en el Regimiento de Infantería Aerotransportable Príncipe nº3, en Noreña, Asturias. Forma parte de la Brigada «Galicia» VII (BRILAT). Su primer compromiso de 6 años finalizaba el 23 de diciembre de 2023 y solicitó continuar en el Ejército.
Poco a poco comenzó a mejorar su forma y a adaptarse a los entrenamientos con su nueva situación. Durante su preparación para la que fue su primera cita olímpica, la de Tokyo 2020, Arévalo dejó los entrenamientos de lado luchar contra la covid-19. Cambió la embarcación por productos desinfectantes con los que rociaba las zonas públicas durante el confinamiento.
Una vez pasados los peores momentos de la pandemia, Carlos volvió a su rutina. Volvió a los entrenamientos hasta que en 2022 tuvieron su recompensa: 2 oros en el campeonato del Mundo de Canadá (en K1-200m y K4-500m). También fue elegido deportista del año y un año después consiguió el oro los Juegos Europeos de Cracovia en el K4-500m.
Ya en Tokyo 2020, su debut olímpico, consiguió la plata en K4-500m y ahora acaba de colgarse en bronce.
Arévalo es deportista de Alto Nivel, medallista Olímpico, campeón Mundial y medallista en el Mundial Militar. Ahora, ha vuelto a tocar la gloria en París.
