Tuvo que llegar a la prórroga después de superar los cuatro goles de ventaja de los africanos al descanso para alcanzar las semifinales (29-28)
Hay veces que es necesario recurrir a la épica para llegar al éxito y los «Hispanos» se están acostumbrando. Tuvieron que llegar a la prórroga y a un final apretado, con un gol de siete metros de Aleix Gómez cuando España estaba en inferioridad para llegar a las semifinales y a la lucha por las medallas. Pero quedaba tiempo todavía, una posesión para los egipcios con un jugador más. Y ahí apareció Gonzalo Pérez de Vargas para mantener ese gol de ventaja (29-28) que había conseguido España con dos paradas en menos de diez segundos.
Gonzalo siempre estuvo. Fue una de las claves para que España no llegara a desconectarse del partido ni siquiera cuando se vio cuatro goles por debajo al llegar al descanso. Puede parecer una diferencia recuperable cuatro goles, pero se hace un mundo cuando sólo has sido capaz de meter ocho en la primera media hora del partido.
La gran actuación del portero español era lo que permitía a España seguir soñando por las medallas en un partido en el que costaba mucho encontrar las porterías. Porque también estaba acertado Mohamed Aly en el otro lado.
Más de seis minutos tardó en llegar el primer gol de los egipcios. Casi ocho esperó el primero de España, de Aleix Gómez, que abrió y cerró el marcador. A los «hispanos» les condenaban las pérdidas de balón, muchas de ellas intentando meter pases a un pivote al que nunca encontraban. Y los egipcios, poco a poco, fueron aprovechando las oportunidades con un extraordinario Yehia Elderaa, que marcó ocho goles.
La selección española encontraba un poco de oxígeno por el extremo, desde donde Aleix Gómez marcó cuatro de sus nueve goles. Era difícil para España superar a la defensa egipcia hasta que Ian Tarrafeta encontró el camino en el comienzo de la segunda mitad. También tomó decisiones arriesgadas el seleccionador, Jordi Ribera, que decidió prescindir del portero en ataque para generar superioridad sin necesidad de exclusiones y jugar siete contra seis.
España perdía por tres goles a falta de diez minutos. Ahí despertó el brazo de Alex Dujshebaev mientras Aleix Gómez y Tarrafeta seguían a lo suyo. Llegó la prórroga y el gran momento de Aleix, que cerró el partido como lo empezó, marcando desde los siete metros para meter a España en la pelea por las medallas.
