Que el socialista acabe siendo president dependerá de lo que decidan las juventudes de Esquerra ya que el voto de su diputada será decisivo
Las bases de ERC han avalado en la tarde de este viernes y de manera muy ajustada apoyar la investidura del socialista Salvador Illa como próximo president de la Generalitat.
Con el 53,5 por ciento de votos telemáticos afirmativos de militantes republicanos ver al candidato del PSC al frente de Cataluña podría parecer una realidad asegurada. Pero no es del todo así.
Habrá que esperar al resultado de otra decisión. Una nueva en el seno de las juventudes de Esquerra. La dirección de Jovent Republicà tendrán que pronunciarse sobre el acuerdo en un un consejo nacional extraordinario que tienen previsto convocar en los próximos días para decidir el sentido del voto de su única representante en el Parlament, Mar Besses.
Conocida es la a priori posición en contra de la federación juvenil de ERC. Besses podría no apoyar a Illa si su organización así lo decide y pese a que su partido haya validado el acuerdo.
En este escenario, la parlamentaria republicana impediría con su voto en contra o abstención que el PSC alcance la tan ansiada presidencia de la Generalitat.
La suma de socialistas, Esquerra y los Comunes –los de Colau ya han asegurado públicamente su apoyo– aglutina un total de 68 votos a favor. Exactamente la mayoría absoluta.
Sin el voto a favor de la diputada de Jovent Republicà serían más los «noes» (68) que los «síes» (67) por lo que el sentido de su voto será decisivo tanto en la primera como en la segunda vuelta.
Si finalmente Jovent Republicà se pliega al criterio del conjunto de la militancia de la formación de Junqueras y Rovira, Illa podría trasladar al presidente del Parlament, Josep Rull, su intención de someterse a la confianza de los diputados con la total seguridad de que será designado como nuevo president catalán.
Automáticamente, se pondría en marcha el próximo lunes una ronda de contactos presencial o telefónica de Rull con los ocho grupos parlamentarios para tratar el debate de investidura del candidato de los socialistas catalanes y sondear si contaría con el respaldo suficiente de la Cámara catalana.
Seguidamente, se convocaría para el próximo martes la Mesa de la Diputación Permanente del Parlament -órgano legislativo de guardia hasta el 15 de agosto- para que decida la fecha en la que convocar el pleno de investidura y el formato bajo el que tendrá lugar.
Lo más previsible es que se celebre el próximo miércoles 7 de agosto o en alguno de los dos días siguientes.
