El valor total del fraude en la realización de pagos llegó a los 4.300 millones de euros en 2022 en el denominado Espacio Económico Europeo, una cifra que fue de 2.000 millones en el primer semestre de 2023, según el Informe Conjunto sobre Fraude en los Pagos (2024 Report of payment fraud), que elaboran el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (ABE), publicado ayer.
El fraude analizado corresponde a los pagos realizados en transferencias de créditos, débitos directos, pagos con tarjeta, retiradas de efectivo y transacciones electrónicas. El mayor porcentaje de fraude se registra en los pagos con tarjetas, en los que llegó a ser del 0,031% de los pagos en el primer semestre de 2023, lo que significa que por cada 100 euros de transacciones, 3,1 céntimos fueron objeto de fraude. Las transacciones electrónicas registraron, por su parte, un porcentaje de fraude del 0,022, mientras que en los pagos en efectivo se quedó en un 0,008 y en las transferencias de crédito apenas llegó al 0,001. Sin embargo, el mayor volumen de fraude está en estas últimas operaciones, ya que son las más numerosas y de mayor importe.
El informe conjunto del BCE y la EBA precisa que el riesgo de fraude con tarjetas es menor en las transacciones dentro del Espacio Económico Europeo, gracias a los llamados requisitos de autentificación reforzada de clientes (SCA). De hecho, las tasas de fraude en los pagos con tarjeta fueron diez veces más altas cuando la contraparte estaba ubicada fuera del Espacio Económico Europeo, en donde la SCA no es un requisito legal.