La presión fiscal sobre los hogares españoles sigue aumentando pese al encarecimiento de la vida y el estancamiento de los salarios. Según los datos difundidos este miércoles por el Ministerio de Hacienda, los ingresos tributarios del Estado crecieron un 10% en el primer semestre, hasta 111.960 millones, principalmente por el aumento del 20,8% en la recaudación del IRPF, que alcanzó los 30.210 millones, cifra que equivale al 27% del total de los impuestos, impulsada por el aumento de las rentas totales de las familias y la escalada en los tramos fiscales.
En este sentido, la Fundación Civismo dio a conocer ayer que los españoles dedican 212 días, unos siete meses, de renta familiar para pagar los tributos de obligado cumplimiento, 17 días más que en 2021, con diferencias notables por comunidades. Así, los catalanes son los que dedican mayor tiempo al pago de impuestos: cinco días más respecto a la media nacional y ocho días respecto a Madrid, ya que la comunidad gobernada por Isabel Díaz Ayuso, así como otras lideradas por el PP, han deflactado la parte autonómica del IRPF para evitar la progresividad del mismo, que provoca una mayor tributación cuando se produce una subida salarial, lo que acabaría lastrando el poder adquisitivo conseguido con el alza del sueldo. Por esto motivo, diversos organismos vienen reclamando al Gobierno que tome la misma vía y deflacte la parte estatal.
En el caso del IVA, el crecimiento de la recaudación ha sido del 6,6%, 3.222 millones más, hasta 51.707 millones, debido, entre otras causas, a la recuperación del tipo impositivo de la electricidad del 5% al 10%, durante los dos primeros meses del año, y al 21%, desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio. Además, este efecto está potenciado como consecuencia de que la base imponible del IVA de la electricidad incluye el Impuesto Especial sobre la Electricidad, cuyo tipo impositivo también se está recuperando, del 0,5% al 2,5%, durante el primer trimestre de 2024, y al 3,8% en el segundo trimestre, y a la vez la energía que está entrando en el sistema desde el uno de enero ya no lo hace a coste cero en lo que respecta al Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), debido a que este se ha reactivado, aunque de manera escalonada durante el primer y segundo trimestre.
También se está recuperando el tipo del IVA del gas, del 5% al 10% durante el primer trimestre de 2024 y a partir del 1 de abril al tipo original del 21%. En el caso de las briquetas y pellets procedentes de la biomasa y la madera para leña el tipo ha pasado del 5% al 10% durante todo el primer semestre de 2024. Por su parte, los ingresos por cotizaciones sociales se situaron en 3.277 millones con un descenso del 1,4% y el resto de los ingresos con 16.743 millones disminuyeron un 11,6%, 2.188 millones menos, debido, principalmente, a que en 2024 no ha habido ningún ingreso por dividendos procedente del Banco de España correspondiente a los beneficios de 2023, ya que estos fueron nulos, mientras que en 2023, procedentes del beneficio de 2022, se ingresaron 1.369 millones.
Así, en conjunto, los ingresos del Estado crecieron un 6,4% hasta 131.980 millones, mientras que los gastos aumentaron un 1,5% hasta 150.689 millones. Como resultado, el déficit del Estado ascendió en los seis primeros meses del año a 18.709 millones de euros, lo que supone una reducción del 23,7% respecto a los 24.516 millones registrados en junio del pasado ejercicio, y se sitúa en el 1,21% del PIB, frente al 1,68% de 2023. Asimismo, el Ministerio de Hacienda también ha publicado este miércoles datos del déficit público consolidado de la Administración Central, comunidades autónomas y Seguridad Social, en este caso hasta el mes de mayo, que se sitúa en el 1,18% del PIB, hasta los 18.291 millones de euros, un 6,2% menos que en el mismo periodo del año pasado, incluida la ayuda financiera.
Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha publicado la estimación del segundo trimestre de la composición por comunidades autónomas del PIB nacional. Según su análisis, Andalucía y Baleares fueron las únicas regiones que crecieron en el segundo trimestre por encima del 1% en términos intertrimestrales, concretamente un 1,1% en ambos casos, superiores en tres décimas al del conjunto nacional (0,8%). También por encima de la media nacional se encuentran los crecimientos económicos de otras comunidades, como Cataluña, que registró un alza del PIB en el segundo trimestre del 0,9%, y Canarias (0,9%).
Por su parte, la Región de Murcia, Aragón, País Vasco y Castilla-La Mancha se apuntaron crecimientos de sus economías similares a la media nacional (0,8%). Por debajo de este umbral se sitúan los crecimientos del PIB de Castilla y León y Comunidad Valenciana, con un alza del 0,7% en ambos casos, seguidas por Galicia, Extremadura, Madrid y Asturias, que registraron un impulso económico del 0,6%. Las comunidades que anotaron un menor crecimiento fueron La Rioja, con un alza del PIB del 0,5%, Navarra y Cantabria, donde las economías se impulsaron un 0,4%.