El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) mantiene en el aire la elección de su presidente, que a su vez ocupará la presidencia del Tribunal Supremo (TS). Ni la magistrada del alto tribunal Pilar Teso ni el presidente en funciones de la Sala Tercera del TS, Pablo Lucas, han conseguido los apoyos necesarios para ser designados, esos doce votos que suponen los 3/5 del Pleno. Ambos se quedaron a dos votos del nombramiento, al quedar en evidencia la división en bloques del nuevo Consejo. El sector progresista quiere que sea una mujer quien presida por primera vez el CGPJ y el Tribunal Supremo y apuesta por Teso, la favorita de Moncloa, mientras que los consejeros conservadores plantean la elección del también progresista Pablo Lucas, el magistrado encargado del control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como candidato de consenso.
Ahora, los vocales se volverán a reunir el próximo lunes, pero en ese Pleno volverán a estar sobre la mesa los nombres de los siete candidatos propuestos por los veinte consejeros en la sesión constitutiva del nuevo Consejo.
Tras una primera votación que evidenció que el bloque progresista cierra filas con Pilar Teso y que los vocales conservadores apuestan por Pablo Lucas -cada uno de ellos obtuvo diez votos- el Pleno se reanudó dos horas después en busca del consenso necesario para sacar adelante la designación. Pero ya con los siete candidatos designados inicialmente como elegibles.
En la sesión constitutiva del nuevo CGPJ, celebrada el pasado día 25, los consejeros propusieron a sus candidatos, acotándose la lista de aspirantes a siete magistrados del Tribunal Supremo, cinco mujeres y dos hombres: Pilar Teso, Ana María Ferrer y Ángeles Huet (avaladas por el bloque progresista) y Pablo Lucas, Antonio del Moral, Carmen Lamela y Esperanza Córdoba (respaldados por los vocales conservadores).
En el Pleno celebrado ayer, ese abanico de candidatos se redujo a dos: Pilar Teso y Pablo Lucas. No es la primera vez que Teso aspira a la presidencia del Supremo y del Consejo. En la anterior renovación, de hecho, le disputó el puesto a Carlos Lesmes, aunque fue finalmente este el elegido al obtener 16 de los veinte votos. Como magistrada de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, se opuso a la nulidad del nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática, descartando que el hecho de que su marido, el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, dirija un despacho y una fundación especializados en derechos humanos impida a la exministra ejercer el cargo.
El bloque conservador ha insistido en el magistrado Pablo Lucas como presidente de consenso, dado que fue uno de los candidatos que el bloque progresista del anterior CGPJ puso sobre la mesa en 2022 para convertirse en magistrado del Tribunal Constitucional (TC) a propuesta del Consejo, aunque finalmente los elegidos fueron César Tolosa y María Luisa Segoviano, también magistrados del alto tribunal.
Con las espadas en alto, la asociación Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) instó a los vocales a elegir "a una mujer como presidenta" del Supremo y del Consejo, "reflejando la realidad de la judicatura española, donde éstas representan más del 57% y el 70% de la última promoción". En un comunicado, la asociación progresista señala que aunque las mujeres "son mayoría en la carrera judicial, siguen infrarrepresentadas en puestos de designación discrecional". Por este motivo, para JJpD nombrar una presidenta "rompería el techo de cristal y sería un reconocimiento a la lucha por la igualdad efectiva", por lo que han pedido expresamente al CGPJ "que tome partido por la igualdad real y efectiva y nombre a una mujer para representar la mayoría femenina en la Justicia española".
