En un análisis revelador, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), con su objetivo de defender los derechos e intereses de los consumidores a través de diversas actividades ha señalado un producto alimenticio como el verdadero villano en los supermercados.
Este artículo, con un contenido alarmante de azúcar y una lista de ingredientes preocupante, ha sido denominado «el peor alimento» según las exhaustivas pruebas realizadas por la OCU.
Los resultados son tan concluyentes que los expertos recomiendan que su consumo se limite al máximo, reservándolo solo para ocasiones excepcionales.
El producto que la OCU desaconseja y que debería evitarse en la cesta de la compra son las natillas. Este tradicional postre lácteo, en su versión industrial, ha demostrado ser una opción nada saludable.
En su estudio de las 33 variedades de natillas disponibles en los supermercados más conocidos, la OCU ha revelado inquietudes sobre la alta cantidad de azúcar presente en todas las opciones. Aunque las natillas no son el postre con más calorías, su contenido de azúcar excede los límites recomendados, alcanzando más de 22 gramos por envase, lo que equivale a tres sobres de azúcar.
Este alto contenido de azúcar se aproxima peligrosamente al límite diario recomendado por la OMS para niños de 7 a 12 años, que es de 25 gramos.
Aparte del problema del azúcar, la OCU ha destacado la gran cantidad de aditivos y aromas artificiales presentes en las natillas, lo que afecta negativamente tanto al sabor como a la calidad general del producto. Además, la escasa cantidad de chocolate o cacao natural en las versiones de chocolate lleva a un aumento de azúcar y aditivos para compensar, empeorando así su perfil nutricional.
Las natillas de vainilla de Carrefour, las natillas de chocolate Kaiku y las natillas con galleta Milbona de Lidl se destacan como las peores opciones, siendo consideradas de baja calidad en todos los aspectos evaluados.
Tras estos hallazgos, la OCU recomienda evitar el consumo habitual de natillas compradas en supermercados y sugiere, en cambio, preparar versiones caseras. Esto permite un mayor control sobre los ingredientes y la cantidad de azúcar utilizada.
