La organizadora de los Juegos Olímpicos 2024, Anne Descamps, se ha disculpado este domingo por cualquier ofensa causada por las representaciones religiosas durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos el pasado viernes.
La ceremonia del viernes recibió críticas por una escena de banquete en la que un actor que interpretaba al dios griego Dioniso ocupó el centro del escenario en una mesa con drag queens, en una reinterpretación de la pintura 'La última cena' de Leonardo Da Vinci, sobre la última comida de Jesús con sus seguidores antes de la crucifixión.
Algunos grupos religiosos condenaron la ceremonia, incluida la Iglesia católica en Francia, que lamentó lo que describió como "escenas de burla y mofa del cristianismo".
En una conferencia de prensa este domingo, Descamps ha insistido en que la ceremonia tenía la intención de "celebrar la tolerancia comunitaria". "Está claro que nunca hubo intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso", ha declarado.
"Al contrario, creo que Thomas Jolly", el dramaturgo francés y director de la ceremonia, "intentó celebrar la tolerancia comunitaria, y "creemos que consiguió este objetivo". "Si la gente se ha sentido ofendida, por supuesto que lo lamentamos mucho", ha zanjado Descamps.
En España, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, calificó de "inaceptable, irrespetuoso e infame" la representación de "La Última Cena", de Leonardo da Vinci, llevada a cabo el viernes en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
"Usar la imagen de la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París es un insulto para los que somos cristianos. ¿Dónde queda el respeto por las creencias religiosas?", se pregunta Tebas.
No ha sido el único. Se ha hecho viral lo que colgó en las redes Manu Tenorio, ex de Operación Triunfo. Esto le ha provocado muchas críticas, sobre todo desde la izquierda.
Los obispos franceses también lo criticaron y recordaron "a todos los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por la desmesura y la provocación de ciertas escenas", y el mensaje que les quieren transmitir es que "la fiesta olímpica" debe estar "muy por encima de los prejuicios de algunos artistas".