Pistolas de agua, calderos, sulfatadoras y otros utensilios han sido las "armas" empleadas por los 6.000 participantes
Unas 6.000 personas han participado este domingo en la tradicional batalla del clarete que se ha celebrado en la localidad riojana de San Asensio, en la que los asistentes se han lanzado alrededor de 40.000 litros de vino rosado.
Los participantes en la 45 edición de esta fiesta popular han usado como munición el vino clarete, que se han tirado unos a otros con pistolas de agua, calderos, sulfatadoras y otros utensilios.
Así, han podido refrescarse del intenso calor de la jornada en este pueblo riojano, donde antes de mediodía ya se superaban los 30 grados.
Un camión con un depósito ha lanzado con un cañón unos 15.000 litros de vino a los participantes, la mayoría jóvenes, aunque también se han animado familias con niños, quienes desde un remolque no han tenido clemencia para lanzar cubos de vino a todos los que pasaban por debajo.
Además, otros seis tractores han llenado de clarete sus remolques, mientras la charanga animaba el ambiente con todo el pueblo teñido ya de color rosado.
El alcalde de San Asensio, Jesús Francisco Rojas, ha detallado que cada año acuden más visitantes de fuera del pueblo, conocido en La Rioja como "la cuna del clarete".
Esta iniciativa surgió en 1.977, cuando los socios de la peña 'Clarete' se dedicaron una noche de juerga a tirarse vino con los porrones y otros recipientes, y después se popularizó entre todo el pueblo, que tiene unos 1.100 habitantes y se ubica a 34 kilómetros de Logroño.
La fiesta, que no se pudo celebrar en 2020 y 2021 debido a las restricciones de la pandemia, se ha desarrollado en la "emblemática" zona de "Cerrillo Vervalle", donde se concentran unos 300 calados y bodegas, algunas de ellas construidas en el siglo XVII.
Como cada año, los participantes han acabado con sus ropas teñidas de color rosa durante esta jornada, que fue declarada en 2012 Fiesta de Interés Turístico Regional.
Después de refrescarse en la batalla, el público ha tenido la posibilidad de "mojarse también por dentro", porque el Ayuntamiento ha instalado una carpa en la que degustar los vinos que elaboran la docena de bodegas y cooperativas ubicadas en la localidad.
Además, el Centro Sensorial del Vino de San Asensio, que es una antigua bodega restaurada donde pueden realizarse catas, acoge una exposición de fotografías para difundir sobre los colores del vino.
