El equipo español le dio la vuelta, a base de velocidad y garra, a un marcador que se había puesto muy cuesta arriba al descanso
Si las Guerreras sufrieron un naufragio para empezar ante Brasil hace un par de días, los Hispanos sufrieron de lo lindo frente a Eslovenia en su debut en París. Pero ganaron. Nada que ver con aquel partido del preolímpico entre ambas selecciones, donde España se impuso con claridad al combinado esloveno. Un 25-22 en el que sólo pudimos respirar en los tres últimos minutos.
Pocos goles, dos defensas férreas y un duelo de porteros entre Gonzalo Pérez de Vargas y Klemen Ferlin marcaron la primera mitad, en la que Eslovenia mandó durante prácticamente todo el tiempo. Solo una superioridad numérica permitió a España ponerse por delante. Era 8-7 en aquel momento... y ya no volvimos a anotar hasta el descanso.
La falta de soluciones en ataque y la sensación de estrellarse contra el muro defensivo esloveno, siemrpe insistiendo en entrar por el centro, donde más dura era su barrera, llevaron a los Hispanos a ir marrando ocasiones, mientras que Eslovenia fue convirtiendo las respuestas, con un Bombac especialmente inspirado que se fue al descanso sin fallar ni una.
Convertir un uno contra cuatro como el de Alex Dujshebaev da una idea de cómo salió España tras el descanso. Corriendo más, buscando transiciones rápidas, saliendo del ritmo trabado planteado por los eslovenos. Y eso les obligó a arriesgar más y se tradujo en dos superioridades para los nuestros en apenas ocho minutos.
De ese modo, en apenas 13 minutos de segunda parte los Hispanos habían arreglado el descosido de toda la primera mitad. Ahora las precipitaciones, prisas y errores venían del otro lado. Terreno abonado para ir abriendo distancia. Se llegó a ir de tres el combinado español, y la sensación de tener el paritdo, por fin, bajo control.
Apretaron los eslovenos de nuevo, eso sí, y volvieron a cerrar el marcador acercándose a un gol de los nuestros. Y otra vez apareció la figura de Pérez de Vargas atrás, que cerró el encuentro con un porcentaje de paradas cercano al 40 por ciento; el acierto de Alex, la garra de Dani Dujshebaev y la persistencia de Agustín Casado en ataque para acabar resolviendo el primer envite. Un robo de balón de Dani Fernández al filo del último minuto le puso el broche. Un partido, una victoria para los Hispanos. Pero con sufrimiento.
