A pesar de que hace unos meses ya se hizo popular por su consumo por parte de los futbolistas de la liga inglesa y en Rusia, la droga proveniente de Suecia y Noruega como Snus ya ha llegado a España, y con ello un posible riesgo para la juventud del país.
Este es uno de los nuevos productos derivados del tabaco (junto con agua, sal y aceites esenciales), aunque sin combustión, que se consume colocando una bolsita de esta sustancia entre la encía y el labio superior de la boca. Sin embargo, el gran peligro de este compuesto es su alto nivel de nicotina, lo que lo hace muy adictivo y generador de una gran dependencia.
Asimismo, se trata de un producto sin humo, provocando que su consumo aun más cómodo, discreto y haciendo posible su introducción en espacios cerrados. Sobre su sabor, se comenta que este suele ser neutro e incluso mentolado, lo que facilita su aceptación entre el público.
En este sentido, los jóvenes son una de las poblaciones de riesgo más claras, ya que se ha puesto de moda últimamente en ese colectivo. La psicóloga y directora de la Clínica Salud en Mente, Conchita Sisí, advierte sobre las repercusiones del consumo de esta droga.
La psicóloga, que ha residido en Noruega, país donde el consumo del snus está normalizado y aceptado socialmente, argumenta que los jóvenes se introducen en el hábito de esta droga debido a su deseo "de ser parte de un colectivo y de adaptarse a las normas y comportamientos del grupo contribuye a la adopción de este hábito”, subrayando la importancia del contexto social que sujeta a este rango de edad.
Además de los factores mencionados, la forma de consumo no es baladí, ya que se hace para absorber la sustancia a través de las mucosas bucales, trayendo una respuesta inmediata del sistema de recompensas del cerebro. Muchos que han probado esta droga han experimentado síntomas inmediatos como mareos, náuseas y visión borrosa. Además, la alta concentración de nicotina, además de poder crear trastornos de ansiedad y problemas cardiovasculares, actúa sobre los receptores de acetilcolina, lo que libera dopamina y crea una sensación de placer y felicidad en el usuario.
Esto es lo que generaría dicha dependencia, ya que el cerebro, ante el consumo continúo de nicotina, empezaría a requerirla más seguidamente para evitar el síndrome de abstinencia, así como irritabilidad, dificultad para concentrarse o ansiedad.
Con la llegada de la estación veraniega, los turistas nórdicos que ya emplean esta sustancia en sus países natales podrían estar introduciendo el snus en España para consumo propio, aunque la venta del snus marrón a día de hoy también se realiza en algunos estancos de Madrid, con un precio aproximado de cinco euros.
El snus blanco, por su parte, en vez de tener tabaco molido, se forma con nicotina sintética y su venta en España es ilegal en estos momentos, aunque se pueden adquirir a través de sitios webs especializados en esta clase de productos.
