El presidente del COE, Alejandro Blanco, tan comedido siempre, soltó días antes de viajar a París que el deporte español estaba en condiciones de superar las 22 medallas de los Juegos de Barcelona. Una de las publicaciones deportivas más prestigiosas del mundo, Sports Illustrated, ha ido más allá y presagia 28 metales, incluidos diez oros. Quinielas aparte, desde el mítico 92 España no ha sido capaz de superar la veintena de metales. Fueron 17 en Atlanta 96; 11 en Sídney 2000; 20 en Atenas 2004; 19 en Pekín 2008; 20 en Londres 2012 y 17 en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020. Los resultados en la presente Olimpiada –el periodo entre unos Juegos y otros– alimentan el optimismo. Hay opciones numerosas entre los 382 deportistas, muy fiables y en una diversidad de disciplinas nunca vista.
Al margen de las posibilidades en los deportes de equipo (fútbol, waterpolo, balonmano, natación artística, gimnasia rítmica...), la presencia de referentes mundiales propicia un abanico de candidaturas inédito. El piragüismo, con tres o más medallas en los tres Juegos anteriores, volverá a ser una referencia. El K-4, Maialen Chourraut, Miquel Travé... La vela es el deporte español más laureado en los Juegos con 19 metales y en Marsella aumentará la cuenta. El atletismo aparece como uno de los grandes referentes de la expedición española. En marcha, Álvaro Martín y María Pérez aspiran a todo. Lo mismo que sucede en el triple con Jordan Díaz y Ana Peleteiro. Pero si hay una imagen de España en los Juegos será en el doble con Alcaraz y Nadal compartiendo pista en Roland Garros. Y John Rahm, Carolina Marín, el judo, el tiro, la escalada, el taekwondo...
Nadal-Alcaraz, ellos son la "Marca España"
Si hubiera un ranking de petición de fotos en la Villa Olímpica, Nadal y Alcaraz estarían en el «top 5». Carlitos ya ha bautizado a la pareja más reclamada en París como «Nadalcaraz». Ver a los dos entrenándose juntos en la Philippe Chatrier ya es la primera medalla de España en los Juegos. Rafa ha conseguido llegar sano para buscar la que sería su tercera medalla olímpica: fue oro individual en Pekín 2008 y oro en dobles, junto a uno de sus actuales entrenadores, Marc López, en Río 2016. Carlitos ya ha confesado que el oro olímpico era su gran sueño este curso y más después de haber ganado Roland Garros y Wimbledon. Alcaraz es el gran favorito en el cuadro individual, aunque el ranking no diga eso. Lo del doble puede ser glorioso.
Peleteiro, ambición más justificada que nunca
Ana Peleteiro busca convertirse el sábado 3 de agosto a eso de las diez de la noche en la segunda campeona olímpica española de atletismo de la historia después de Ruth Beitia. El colmillo competitivo de la gallega es su principal argumento después de ser madre y haberse proclamado campeona de Europa en Roma. El otro gran motivo es que la inalcanzable Yulimar Rojas, con quien entrena en Guadalajara, con sus 15,67 no está en París. En Tokio ya fue bronce y ahora aspira a subir a lo más alto. Sólo la dominicana Thea Lafond (15,01) y la cubana Leyanis Pérez (14,96) mejoran sus 14,85.
Jordan Díaz, el vuelo más esperado
El atletismo español no se ha visto en otra igual. Jordan Alejandro Díaz Fortún (23-2-2001, La Habana) desertó del equipo cubano en 2021, se estableció en España, se incorporó al «Dream Team» de Iván Pedroso en Guadalajara, se nacionalizó en febrero de 2022 y empezó a volar. Pronto se acercó a los registros que marcaba en su país de origen, se acercó a los 18 metros y en los Europeos de Roma dejó al planeta boquiabierto. Ganó el oro y lo hizo con el tercer mejor salto de todos los tiempos, 18,18. Por eso cuando afirma aquello de que «de los Juegos me tengo que ir con una medalla» lo hace con la boca pequeña. Es el favorito para el oro y no sólo eso. Los legendarios 18,29 de Jonathan Edwards están en sus piernas y caerán tarde o temprano. Y el mejor escenario para ello son los Juegos.
Jon Rahm y una cuenta pendiente desde Tokio
En junio de 2021 Jon Rahm dio positivo en covid-19. Se vacunó, quedó tercero en el Open Británico y el 25 de julio volvió a dar positivo cuando estaba a punto de volar a Phoenix para reunirse con su caddie y viajar a Tokio. El «León de Barrika» se quedó sin Juegos y desde entonces tiene marcado en rojo este verano. Rahm se ha convertido en este ciclo olímpico en uno de los referentes del golf mundial. Es el cuarto español que ha ganado el Masters de Augusta, a la Chaqueta Verde ha sumado su segunda Ryder, ha sido número uno del mundo y todo eso le ha valido para que los saudíes le bañen en oro. Es uno de los principales referentes del LIV Golf con un contrato que supera los 500 millones de euros y en el Golf National a 38 kilómetros de París, un campo que conoce bien, pretende saldar una cuenta pendiente. «Ojalá pueda ser parte del medallero español en los Juegos Olímpicos», confesaba antes de viajar a la capital francesa.
Carolina Marín y una misión: recuperar el oro olímpico
Campeona olímpica en Río, tres veces campeona del mundo, siete veces campeona de Europa y Carolina Marín quiere más. «Quiero ser la mejor jugadora de bádminton de la historia», asegura antes de debutar el domingo en París. Y lo dice después de haber superado lesiones muy graves en ambas rodillas y que una de ellas le costara la presencia en los Juegos de Tokio para defender el oro. Carolina ha olvidado sus problemas físicos y lo ha hecho siendo tan competitiva como siempre. En Europa sigue sin tener rivales y en 2023 fue subcampeona mundial. En el ranking previo a la competición, la onubense sólo tenía por delante a la vigente campeona del mundo y a la vigente oro olímpico.
Craviotto, Cooper, Arévalo y Germade, el Dream Team de las piraguas
Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade se juntaron en el comienzo del ciclo olímpico para Tokio y ahí siguen. Fueron plata hace tres años y aspiran a lo máximo en Vaires-sur-Marne. Craviotto, con sus cinco medallas olímpicas (dos oros, dos platas y un bronce) y cerca de cumplir los 40, ejerce de «capitán» y portavoz: «Somos una familia, casi como hermanos ya. Cada uno tiene muy claro su rol y eso repercute en beneficio del grupo». Él ya fue abanderado y ahora será el turno de su colega Cooper. «El piragüismo español va a dar mucho que hablar en París», asegura.
Xammar y Brugman, de apellido favoritos en el 470
El día después de ganar el bronce con Nico Rodríguez en Tokio, Jordi Xammar llamó a Nora Brugman para competir en la clase 470 de vela, que pasaba a ser mixta en París. En este 2024 ya han ganado el oro en el Mundial y en el Campeonato de Europa. «Somos muy amigos desde pequeños. Me emocioné un montón con la medalla, lo estaba viendo y le mandé un mensaje», dice Nora. Al día siguiente, Jordi la llamó, pero no para darle las gracias. La clase 470 cambiaba y se convertía en mixta para unos Juegos que además estaban ya casi a la vuelta de la esquina porque la pandemia retrasó los de Tokio. Han tenido tiempo de sobra para convertirse en firmes aspirantes al oro.
Álvaro Martín y un doblete para soñar
No es lo de Chuso García Bragado y su prodigiosa marca de ocho Juegos Olímpicos, pero el marchador de Llerena disputará en París sus cuartos Juegos. Debutó en Londres recién cumplida la mayoría de edad y tuvo que abandonar. Cuatro años después, en Río, fue vigésimo segundo y en Tokio ya rozó el podio. Fue cuarto. Ahora llega en busca de un doblete que ya conquistó en los Mundiales de Budapest en los 20 y 35 kilómetros marcha. El pacense no sabe hacer otra cosa más que ganar en competiciones europeas desde que en 2018 se proclamó campeón continental por primera vez en Berlín. «Hemos estado llevando una vida monacal, entrenando duro –entre Font Romeu y el CAR de Sant Cugat– y trabajando muy bien para que todo salga en París como queremos», confiesa Álvaro.
María Pérez, a terminar de ganarlo todo
María Pérez rozó el podio en los 20 kilómetros marcha de Tokio y después de un 2022 marcado por las descalificaciones en el Mundial y los Europeos decidió cambiar de estilo. Fue un acierto pleno. En 2023 logró lo que nadie había hecho: se impuso en la Copa de Europa y logró sendos oros en los 20 y los 35 kilómetros marcha de los Mundiales de Hungría. La de Orce es indiscutible favorita en la marcha corta y será una pieza indispensable en el último invento del COI, el relevo mixto sobre la distancia del maratón. El último de esos relevos, de 10 kilómetros es para una marchadora femenina, y María apunta a ser la candidata para que el tradicional vivero de medallas del atletismo español siga produciendo.
Niko Shera, rearmado para subir al podio
Uno de los momentos más complicados para el deporte español en los Juegos de Tokio fue la temprana eliminación de Niko Shera. El judoca de origen georgiano y nacionalizado español hace diez años llegaba como el gran favorito en la categoría de -90 kilogramos y se despidió nada más empezar. Tensión, nervios y unas lágrimas que dieron la vuelta al mundo. Niko ha cambiado de categoría, pero no de ambición. Ahora está en -100 kg y comparece en París con el mismo objetivo que hace tres años. «Estoy muy bien. No tengo molestias y llego con el objetivo de esa medalla que tanto deseamos», asegura. Este año acumula cuatro competiciones y cuatro medallas incluido el bronce mundialista. Al judoca de Brunete le falta ahora la olímpica.