Junts es un socio a la fuerza, pero no un socio de fiar. Este martes, la formación de Carles Puigdemont dejó caer el techo de gasto y los objetivos de estabilidad, paso previo para los Presupuestos Generales del Estado, y le amargó al Gobierno el cierre de curso que había ideado. Pese a que Junts no había advertido de su cambio de posición al Ejecutivo, en Moncloa no pueden decir que no estén avisados de las verdaderas intenciones de los postconvergentes.
Muy claramente las ha vuelto a reiterar hoy el secretario general de Junts, Jordi Turull, asegurando que no pacta con el PSOE "para apuntalar la gobernabilidad de España", sino para defender los intereses de Cataluña. En este sentido, se reivindican como primera fuerza del independentismo y aseguran que ejercerán ese liderazgo.
"Desde Junts no pactamos con el PSOE para apuntalar la gobernabilidad de España, sino pensando en los intereses de Cataluña y su gente", argumenta Turull en un artículo publicado este jueves en "El Periódico", un día después de la reunión entre el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Asegura que las últimas elecciones catalanas han otorgado a su partido "la condición de primera fuerza política del independentismo" y este liderazgo, en sus palabras, será ejercido con modestia, pero también con ambición, con el presidente Carles Puigdemont al frente. Tras recordar que "el momento fundacional de Junts per Catalunya fue un revulsivo para volver a unir fuerzas", Turull se refiere a la guerra sucia, las intoxicaciones mediáticas, el lawfare y las cloacas del Estado, textualmente, que ha sufrido el partido. "Desde su fundación, Junts ha desmentido a sus ilusos enterradores y hemos ido ganando fuerza, influencia y centralidad política", ha dicho.