Según varios historiadores del mundo antiguo, nuestro país habría tenido varios nombres en el pasado, dependiendo de quién hablara de él. Por ejemplo, algunos de ellos fueron: Hesperia, Iberia, Hispania, Ispania, al-Ándalus, España, etc.
Dependiendo del tiempo y el lugar, una misma nación cambia de nombre, sobre todo dependiendo de quién lo relate. Por eso nos llama tanto la atención cuando conocemos el nombre de un país en castellano, pero luego cambia totalmente cuando oímos cómo lo llaman los propios ciudadanos.
España, en la mayoría de idiomas, aunque no tengan la letra "ñ", sí que tiene un nombre muy similar:
Una de las pocas lenguas en las que el nombre de nuestra nación no se parece en absoluto es el maorí, donde le llaman "Paniora", aunque tampoco se aleja demasiado realmente.
Los ciudadanos del Imperio Romano se referían a la zona germana como Germania Magna. Los designaban de esta manera queriendo decir que eran "Los pueblos hermanos", ya que la mayoría de las poblaciones que habitaban este espacio eran rebeldes contra el control del Imperio, y no tanto por su unidad militar o cultural.
Estos "pueblo rebeldes" se definían a sí mismos como teutones, que era una clasificación general, ya que existían diferencias políticas, organizativas, culturales y familiares.
En el libro Rerum Gestarum Libri XXXI del historiador romano Amiano Marcelino se recoge el primer uso en latín del sustantivo "Alemannia". Se trata de un término que, como explicaba hace unos años un usuario de Quore, es muy similar a "allgemein", que vendría a significar algo así como "los generales o universales".
Este podría ser uno de los motivos por los que en España decimos Alemania y no 'Deutschland', siendo así la preferencia diferente de muchos historiadores por esta denominación.