El Gobierno llega al último pleno antes de las vacaciones otra vez a contrarreloj porque no tiene atados todos los apoyos para, al menos, sacar adelante dos votaciones. A la de extranjería, se suma el decreto anticrisis, que será negociado hasta último momento. El Ejecutivo resucita así uno de los peores momentos que sufrió a principios de legislatura, cuando perdió uno de sus tres decretos ley, el que reformaba el subsidio de desempleo. Entonces, los socios ya abroncaron al Gobierno por llegar a la votación sin atar el apoyo de sus socios previamente.
Hoy, el Pleno decidirá si convalida o deroga el último decreto anticrisis que aprobó el Gobierno, donde se incluyen medidas como la eliminación del IVA del aceite de oliva hasta y la prórroga de la rebaja fiscal a los alimentos básicos hasta septiembre, la prohibición del corte de suministros básicos a familias vulnerables o la subida de los salarios de los funcionarios públicos. Un paquete de vital importancia que en el caso de que los principales aliados lo tumbasen significaría que, de facto, el Gobierno debería convocar un Consejo de Ministros extraordinario para evitar que decayesen las citadas medidas.
Al cierre de esta edición, Bildu era uno de los únicos apoyos seguros con los que contaba el Ejecutivo. Desde ERC, evitaban confirmar su voto, aunque fuentes parlamentarias aseguran que las negociaciones van «por el buen camino». Más prudentes son en Junts, que no adelantan su posición, a pesar de que el partido de Carles Puigdemont ha conseguido que el Gobierno «cuele» en el decreto la derogación del artículo 43 bis de la Ley del Enjuiciamiento Civil para blindar la aplicación de la amnistía ante la posibilidad de que se paralice el procedimiento cuando se presente una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Euorpea. El BNG también votará a favor y el PNV «no obstaculizará».
El problema para el Ejecutivo es la decisión que tome Podemos en la votación. Los morados denuncian que el decreto establece la caducidad de muchas medidas del escudo social y reclaman que estas sean permanentes. La líder de Podemos, Ione Belarra, denuncia que el Gobierno pretende un recorte en el bono social eléctrico y si el Ejecutivo «no quita el recorte, no lo votaremos», explican fuentes de la formación. En el partido buscan un compromiso con el PSOE para tramitar el decreto como proyecto de ley para poder introducir una enmienda que deje sin efecto la rebaja del bono social, lo que cambiaría su sentido de voto.
No obstante, fuentes socialistas se muestran «convencidas» de que alcanzarán la mayoría necesaria para convalidar el decreto.
