Al menos cinco personas han muerto y otras tres han resultado heridas esta mañana en una matanza que ha tenido lugar en una residencia de ancianos al este de Croacia, según ha informado la televisión nacional. De acuerdo con las primeras informaciones publicadas por los medios de comunicación locales, un hombre retirado de la Policía Militar, de 51 años, ha entrado en el asilo de la ciudad de Daruvar, situado a 130 kilómetros de la capital, Zagreb, y abrió fuego contra los allí presentes.
El hombre, que en un primer momento logró huir, fue localizado y detenido rápidamente por los agentes de la Policía y trasladado a dependencias policiales. Según las primeras informaciones, una de las víctimas mortales sería la madre del sospechoso, así como otros ancianos y trabajadores de la residencia. Por su parte, los otros tres heridos fueron trasladados de urgencia al hospital más cercano, uno de ellos en estado grave. Sin embargo, los otros dos se encuentran fuera de peligro y no se teme por su vida.
Según 'Infobae', la Policía croata del condado de Bjelovar-Bilogora ha emitido un comunicado en el que se informa de que la Fiscalía ya ha iniciado una investigación sobre lo ocurrido. Además, el alcalde de Darivar, Damir Lenicek, ha publicado en la red social X, antiguo Twitter, un post en el que afirma estar consternado por lo sucedido y traslada su pésame a las familias de las víctimas, mientras desea una pronta recuperación a los heridos en la matanza.
Tal y como informa el medio croata 'Jutarnji List', un testigo de la matanza aseguró que dos personas, una de ellas heridas, entraron corriendo a su tienda a solicitar auxilio. "Dos empleados entraron corriendo en mi tienda. Uno tenía una herida en el ojo y el otro tenía una bala en el pecho", aseguraba el testigo de lo sucedido. Una vez dentro, los heridos reconocieron al autor del tiroteo, que había entrado en el establecimiento a tomarse un café, y el empleado de la tienda llamó rápidamente a los servicios de emergencia. "También llamé a la policía y les dije dónde estaba el asesino. Supuestamente se sentó, pidió una bebida y puso el arma sobre la mesa", confesó el empleado al medio croata 'Dnevnik.hr'.