Todas las miradas están puestas en EE UU después de conocerse la renuncia de Joe Biden a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre. Aunque la posible nominación de Kamala Harris pueda incrementar las probabilidades de ver una victoria demócrata, la actual diferencia de Donald Trump nos parece insalvable.
Consideramos en cualquier caso que ningún candidato se desviará significativamente del enfoque de Biden sobre el cambio climático, o manteniendo la presión sobre China por sus prácticas comerciales.
Aunque no ganen la carrera por la Casa Blanca, las probabilidades de que los demócratas ganen la Cámara de Representantes, sí que podrían aumentar. Ante ello los temores de un mayor estímulo fiscal por parte de Donald Trump, pueden disminuir y aliviar algo de presión sobre los bonos a largo plazo.
No esperamos grandes cambios en los mercados financieros, quizás pudiéramos ver repuntes en sectores como el renovable, farmacéutico, o en las grandes compañías tecnológicas, pero algo puntual, y sin gran recorrido. Los posibles recortes de tipos, los datos macro y los resultados empresariales serán los principales catalizadores del mercado.
Estamos asistiendo a una gran rotación. Las empresas de pequeña capitalización registraron la semana pasada su segunda mayor entrada de capital de la historia, con 9.900 millones de dólares, gracias a la expectativa de recortes de tipos, dado que estas compañías tienen de media el 30% del total de su deuda a tipo flotante, y las posibles rebajas impositivas de Donald Trump.
Los gigantes tecnológicos ya tenían mucho en juego, pero ahora mucho más tras la peor semana para el Nasdaq 100 en tres meses. Entre ellas destaca Nvidia que se hundió en los últimos días un 8,8%, mientras que Amazon cayó un 5,8%.
Las cinco mayores empresas tecnológicas de Estados Unidos (Apple, Microsoft, Nvidia, Alphabet y Amazon) se enfrentan a una dura comparación con los resultados históricos del año pasado. Se prevé que los beneficios del grupo aumenten un 29% en el segundo trimestre respecto del mismo período del año anterior, Aunque sigue siendo fuerte, es inferior a los últimos tres trimestres, cuando el crecimiento del grupo osciló entre el 44% y el 49%.
Alphabet dará a conocer sus resultados el martes, mismo día que Tesla. Creemos que uno de los principales eventos de esta semana serán las posibles pistas que ofrezca Elon Musk, sobre el servicio de los robotaxis.
En España ha presentado resultados Bankinter. Consideramos que los resultados han sido muy buenos y que invitan al optimismo en el sector. Lo que más nos ha gustado ha sido el aumento de las inversiones crediticias con respecto al primer trimestre de este año, ya que se había estancado con respecto a finales del 2023. Esto demuestra una mejora de la demanda de crédito, que puede ser mayor si el Banco Central Europeo continúa bajando los tipos de manera moderada. Además, todo ello lo ha conseguido manteniendo a raya el ratio de morosidad, que pensamos que ha aguantado muy bien pese a las rápidas subidas de tipos vividas en 2022 y 2023.
Esta semana presentan resultados un gran número de compañías entre las que destacan Merlin, Naturgy, Sabadell, Iberdrola, Repsol y especialmente el Banco Santander.
Israel ha atacado objetivos alrededor del puerto de Hodeidah en el Mar Rojo controlado por los hutíes, en represalia por un ataque con aviones no tripulados en Tel Aviv por parte de militantes respaldados por Irán, lo cual puede añadir un nuevo punto de tensión y subidas en el petróleo.
La semana pasada asistimos a una de las mayores interrupciones tecnológicas de la historia reciente, por un fallo atribuido a una actualización de seguridad del grupo estadounidense CrowdStrike, que ha causado un problema con Windows. Este hecho ha provocado un colapso informático global, paralizando aeropuertos, bancos, bolsas y empresas de todo el mundo.
Los inversores siguen confiando en el oro. Creemos que puede ser el activo que mejor comportamiento obtenga de cara a los próximos meses. Durante los últimos meses ha estado impulsado por el temor a una recesión, los conflictos geopolíticos y el aumento de la inflación. Recientemente han sido las compras de los bancos centrales, los que lo han llevado a cotizar a máximos históricos. Los posibles recortes de tipos de la FED, y la volatilidad de las elecciones americanas pueden ser nuevos catalizadores en su precio. Además supone una reserva de valor frente a la continua depreciación de las monedas tradicionales
Los eventos macroeconómicos más destacados de esta semana son también en EE UU.