Quinta etapa para Tadej Pogacar en este Tour de Francia. El esloveno vuelve a apuntillar en la última jornada de montaña, con meta en el Col de la Couillole. El Tour ya era suyo, y ahora se anota un repóker en un día en el que, realmente, no tenía previsto ganar.
Ha tenido que esperar casi hasta el último día, pero por fin Enric Mas ha mostrado el verdadero nivel que tiene como corredor. El balear ha protagonizado una escapada de muchísimo nivel con gente como Carapaz o Bardet, y ha tenido piernas para pelear la victoria de etapa hasta el final. Pero las circunstancias de carrera no han sido favorables.Una vez más, los hombres de la general han querido apostarlo todo. Esta vez ha sido Soudal el equipo que ha tirado para buscar un ataque de Evenepoel que quitase tiempo a Vingegaard en la lucha por el segundo puesto. El propio belga ha tratado de irse, pero Vingegaard ha reaccionado bien e, incluso, ha podido rematarlo con varios kilómetros todavía de subida por delante.
Con tres kilómetros todavía de ascenso, el danés no ha pedido ni un relevo y, con el maillot amarillo de Pogacar pegado a su espalda, ha asumido en primera persona el peso de la carrera. Los dos han cazado a Carapaz y Mas, que quedaban como últimos supervivientes de la aventura. Primero el balear, y luego el ecuatoriano, han cedido y los dos mejores del Tour han acabado jugándose la etapa.
En los últimos 300 metros, Pogacar se ha puesto en cabeza y ha arrancado desde delante, soltando a Vingegaard y ganando sin oposición. Son cinco triunfos de etapa, algo que no ocurría desde 1984, con Laurent Fignon como protagonista.
