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En la mayor tabaquera del mundo trabajan más de 1.500 personas en sus dos centros de I+D para diseñar un futuro libre de humo de los cigarrillos. Philip Morris International (PMI) lleva casi dos décadas invirtiendo fuertemente en desarrollo científico e innovación, con una apuesta de más de 12.500 millones de dólares en el desarrollo y comercialización de productos sin humo que, sin estar exentos de riesgo, son una mejor opción para los fumadores adultos que de otra manera seguirían fumando. Estas alternativas han pasado de ser una idea para convertirse en una realidad, en la que casi el 40% de sus ingresos netos totales provienen de su negocio libre de humo.
Jacques Zuber, que fue director de Tecnología y Desarrollo de Producto de PMI, nos cuenta que: «cuando me uní a la compañía, en 1981, todos estábamos muy motivados con la idea de trabajar para mejorar la vida de los fumadores. Las ideas que tuvimos hace más de veinte años, ahora vemos que se vuelven realidad y son importantes en la vida».
Aunque bien es sabido que la mejor decisión que cualquier fumador puede tomar es dejar por completo el consumo de tabaco y nicotina, la realidad es que muchos no lo hacen. Ante esta realidad y mirando al abrumador número de fumadores que sigue habiendo hoy en día, desde la compañía tabaquera decidieron que su mejor aportación sería abordar el impacto negativo que sus productos tienen en la salud.
Desde Philip Morris aseguran que «hay que mantener los programas de prevención y cesación» pero también debemos darles opciones a los adultos que aun sabiendo lo perjudicial del hábito, no lo dejan. Además, añaden: «no podemos ayudar a eliminar el riesgo, pero sí en reducirlo».
Después de varios años de estudios científicos, ya se sabe que es la combustión la que genera la mayoría de las sustancias nocivas que luego provocan las enfermedades relacionadas con fumar. Por eso, el enfoque de la compañía es el de eliminar la combustión y desarrollar productos que liberan nicotina (que no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con fumar) pero no humo.
Badrul Chowdhury, director de Ciencias Biológicas asegura que estas innovaciones han demostrado ser efectivas, puesto que su sistema de calentamiento de tabaco reduce significativamente la formación y exposición a sustancias químicas nocivas en comparación con los cigarrillos. Pero, además, adelanta que se están llevando a cabo estudios de biomarcadores y resultados clínicos para demostrar los beneficios individuales y de salud pública de los productos sin humo.
Para lograr estos avances, PMI desarrolla su actividad de laboratorio en diversas áreas de investigación, como ciencia básica, biología, toxicología, ciencia y tecnología de inhalación, regulación, calidad y ciencia clínica.
El amplio equipo de expertos con lo que cuenta Philip Morris para desarrollar toda su ciencia y tecnología, trabajan con un mismo objetivo: generar un impacto positivo en la salud. Nos cuentan que se sienten orgullosos de formar parte de un proyecto como este, como en el caso de Serge Maeder, director de Investigación de Producto de la compañía que comenta: «crear productos que reduzcan el riesgo en comparación con un producto existente es también el mejor uso que puedo hacer con lo que aprendí en la universidad», y añade: «cuando le digo a la gente o a mi familia lo que hago, estoy orgulloso de decir que he dedicado casi toda mi carrera a tratar de reducir el riesgo de fumar».
Por su lado, Badrul Chowdhury también dice sentirse privilegiado «de liderar este equipo de científicos excepcionales», manteniendo «los intereses y el bienestar de las personas para quienes hemos desarrollado estos productos (adultos fumadores) en primer plano y estamos haciendo ciencia con el más alto nivel de calidad e integridad».
Por último, Moira Gilchrist, presidenta de Comunicación Global de PMI, dice sentirse segura y confiada de la ciencia detrás de sus productos porque han revisado la evidencia. Pero, añade, «es importante que la gente no confíe simplemente en nuestra palabra. En PMI practicamos lo que llamamos transparencia agresiva en nuestros hallazgos y protocolos de investigación. Esto significa que invitamos a otros a que analicen nuestros procesos y datos y se unan a una conversación basada en hechos sobre los nuestros productos».
Moira Gilchrist concluye diciendo que «quizás lo más hermoso de la ciencia es que, cuando se construye sobre bases sólidas y está dirigida por personas tenaces y con talento que no temen al fracaso, puede conducir a innovaciones capaces de cambiar el mundo».
