El hombre más rico del mundo abandona su neutralidad y planea apoyar la candidatura de Trump. El dinero permitirá al aspirante sanear su candidatura tras el costoso proceso judicial en varios frentes
El sistema electoral de Estados Unidos tiene sus virtudes y sus imperfecciones. La dependencia de la financiación privada es a la vez las dos cosas. Es una ventaja respecto a otras democracias, ya que las campañas electorales no esquilman las cuentas públicas a través de las asignaciones a los partidos en función de su representación, pero crea también una enorme dependencia de las donaciones privadas en un sistema muy regulado para evitar abusos.
En muchas ocasiones, los equipos de los candidatos se convierten en recaudadores de fondos, generalmente a través de la suma de modestas aportaciones, imprescindibles para mantenerse vivos en una campaña a pesar de los malos resultados. Generalmente, mientras sigan saliendo dólares del grifo la candidatura sigue en pie, y deja de estarlo cuando ya no quedan fondos, como le ocurrió a la última rival que aguantó al pulso a Donald Trump, la batalladora Nikky Haley.
Por todo ello, el hecho de que Elon Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de X, Tesla y SpaceX, quiera apoyar la candidatura de Donald Trump, puede convertirse en un elemento altamente desestabilizador en la carrera por la Casa Blanca y en un enorme empujón para el aspirante republicano. Según ha publicdado The Wall Street Journal (WSJ), Musk medita donar 41,3 millones de euros al mes a una organización de recaudación de fondos que financia la carrera presidencial de Trump, toda una inesperada lluvia de millones caída del cielo.
Al parecer, Musk ha dicho que quiere donar este dinero a America PAC, un tipo de comité de acción política (súper PAC) que puede obtener donaciones de individuos, corporaciones y sindicatos y gastar cantidades ilimitadas.
La aportación no solo coloca a Trump en una situación de ventaja competitiva respecto a Biden, sino que le saca de un apuro económico tras el alto coste que le ha supuesto su batalla judicial abierta en varios frentes, y que en las últimas semanas parece estar despejándose.
La posibilidad de que el controvertido Musk se convierta en el soporte financiero de Trump supone también un inesperado giro de guion, ya que el multimillonario había dicho hasta ahora que no iba a hacer donaciones a ningún candidato.
Sin embargo, el intento de asesinato contra Trump del pasado sábado, del que por cierto aún quedan muchas incógnitas por resolver, le ha hecho cambiar de opinión de forma repentina, hasta el punto de que ese mismo sábado pidió el voto para el candidato republicano.
En su cuenta de X, red de la que es propietario, posteó un video de los primeros minutos tras el tiroteo y escribió: "Respaldo por completo al presidente Trump y espero que tenga una rápida recuperación". En solo una hora, el post tenía 768.000 'likes'.
Más adelante, escribió otro post que decía: "La última vez que Estados Unidos tuvo un candidato así de duro fue Theodore Roosevelt". Posteó igualmente una foto donde aparece Trump ensangrentado pero con su brazo derecho levantado y el puño cerrado, y un video donde aparece haciendo ese mismo gesto en el primer momento tras su evacuación.
Musk ya había dado muestras de su cercanía con Trump, de su desprecio por lo que llama ideología 'woke' (progre) y de sus críticas cada vez más claras hacia el Partido Demócrata, pero aún no había dado el paso de situarse claramente en favor de la candidatura de Trump.
America PAC, creada en junio, ha recibido ya donaciones de otros empresarios como Joe Lonsdale (Palantir); Cameron y Tyler Winklevoss (Gemini) o Joe Craft (Alliance Resource Partners) y su esposa Kelly Craft (exembajadora de EE.UU. en la ONU), indica el diario.
De acuerdo con documentos presentados a las autoridades, America PAC recibió unos 8 millones de euros en donaciones en el trimestre más reciente, por lo que la suma a la que se ha comprometido Musk tendría un impacto sustancial en sus labores, según Efe.
La organización busca contrarrestar los esfuerzos de la campaña de Biden para obtener votos en los conocidos como estados bisagra, que pueden decidir las próximas elecciones presidenciales, animando a los votantes a registrarse y a votar pronto, agrega Wall Street Journal.
