Los partidarios del uso de armas en Estados Unidos dan un paso más y acaban de conseguir que en algunos pueblos del país se coloquen máquinas expendedoras que venden munición. Las ha instalado en varias tiendas de comestibles la compañía American Rounds, una empresa que nació hace un año y asegura que instala su producto a petición de los usuarios y comercios, para prevenir el robo y la venta ilegal de balas a menores.
«Yo mismo entré en las grandes tiendas y encontré cajas de municiones abiertas en los estantes», ha dicho el propietario de la empresa, Grant Mayers.
De momento hay una en Alabama, cuatro en Oklahoma y otra en Texas, donde próximamente se instalará una segunda, al mismo tiempo que se coloque la primera en el estado de Colorado. Varios activistas han mostrado ya su preocupación por esta nueva iniciativa en un país donde, solo en las celebraciones del Día de la Independencia (el pasado 4 de julio), murieron 33 personas en varios tiroteos, y en lo que va de año se han producido al menos 15 masacres con armas de fuego.
La ley federal exige a los compradores de armas tener más de 18 años para adquirir un fusil o una escopeta, y estar por encima de los 21 para acceder a la compra de balas para una pistola. Magers, asegura que su nueva máquina cumple todas las leyes, y esta venta es más segura que por Internet porque se utiliza un programa de reconocimiento facial de 92 puntos coincidentes que verifica la edad del comprador con una videocámara.
Según exlica, su producto es tan «rápido y fácil de usar» como una tablet. «Cuando se realiza un pedido online nada impide al menor apretar la opción ‘‘sí, soy mayor de edad’’ para realizar la compra y utilizar la tarjeta de crédito de sus padres para adquirir municiones, con las máquinas la edad se verifica sin fallos», asegura el empresario.
El éxito está siendo tal que la empresa norteamericana ya tiene acuerdos con al menos 200 supermercados del país que esperan una de estas máquinas expendedoras. Magers planea instalarlas en las próximas semanas ante la preocupación de los detractores del uso de armas.La organización «Guns Down America» no ha tardado en reaccionar y en un comunicado ha advertido de que «es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que las tiendas de comestibles son lugares frecuentes de tiroteos. Según nuestra investigación, hubo 702 incidentes de violencia con armas de fuego en las 12 cadenas de supermercados más grandes del país entre enero del 2020 y marzo del 20204».
Por su parte, desde Everytown for Gun Safety confiesan a su preocupación en un comunicado con estas palabras: «Las innovaciones que hacen que las ventas de municiones sean más seguras mediante el reconocimiento facial, la verificación de la edad y el seguimiento de las ventas son medidas de seguridad prometedoras que pertenecen a las tiendas de armas, no al lugar donde le compras la leche a tus hijos».
Los menores son una vez más la gran preocupación en un país con la tasa de posesión de armas más alta del mundo. Unas armas de fuego son la principal causa de muerte entre niños y adolescentes estadounidenses, con 23 menores al día recibiendo un disparo, según un estudio de Agency for Healthcare Research and Quality.
