La reforma de los subsidios, aprobada hace ya casi dos meses por el Ministerio de Trabajo y Economía Social capitaneado a día de hoy por Yolanda Díaz, contempla numerosas novedades a tener en cuenta para las personas en situación de desempleo en España. Una de ellas, sin lugar a dudas, tiene que ver con el incremento de 90 euros más al mes.
Pero eso no es lo único que cambia. La reforma aprobada el 21 de mayo de este mismo año introduce el "Complemento de Apoyo al Empleo", el nuevo mecanismo de compatibilidad tanto del subsidio de desempleo, como de la prestación ordinaria, con la incorporación laboral. En síntesis, este instrumento permitirá compatibilizar un empleo o una beca con el cobro tanto del subsidio, como del paro.
Esta situación se podrá prolongar durante un período máximo de seis meses. Ahora bien, el nuevo régimen de compatibilidades entre empleo y ayudas por desempleo se aplicará el 1 de abril de 2025. A todo ello, hay que se elimina el mes de espera para poder pedir el subsidio cuando se agota el paro con el objetivo de evitar vacíos en la cobertura de los colectivos más vulnerables.
Con carácter general, la norma entrará en vigor en noviembre de 2024, por lo que se pasará a cobrar 570 euros (95% del IPREM), durante los seis primeros meses, a partir del 1 de noviembre. Las cuantías que se podrán percibir se establecerán, por tanto, de la siguiente manera en tres tramos:
La futura ley también permitirá compatibilizar un empleo con el cobro tanto del subsidio como de la prestación contributiva si el sueldo es inferior a 1.350 euros y lleva 12 meses cobrando el paro. Esta medida, que no estaba recogida en la anterior reforma, se podrá compatibilizar durante seis meses y entrará en vigor a partir de 2025. Además, el subsidio será compatible con la percepción de una beca.
El subsidio para desempleados mayores de 52 años es el único que mantiene su cuantía, esto es, 480 euros mensuales a partir de noviembre. Se mantiene además en el 125% del salario mínimo interprofesional (SMI) la base de cotización para los subsidios de mayores de 52 años, frente a la rebaja que introducía la primera reforma y que motivó el rechazo de Podemos a la misma al considerar que se recortaban los importes de la pensión futura.
La reforma elimina los subsidios parciales para quienes hubieran trabajado a tiempo parcial, pudiendo cobrarlos íntegros, al tiempo que permitirá que las personas con menos de 12 meses cotizados puedan acceder al subsidio, medida que beneficiará fundamentalmente a los jóvenes.
Se facilita además el cumplimiento del requisito de insuficiencia de rentas para las personas que acceden al subsidio, al permitir el acceso tanto por insuficiencia de rentas personales como de la unidad familiar, alternativamente, y se ampliará la cobertura al permitir el acceso de las parejas de hecho a la unidad familiar.
Concretamente, se modifica el cómputo de renta de tal manera que no se excluirá al solicitante que supere el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sino que se tendrá la consideración de responsabilidades familiares cuando el total de rentas de la unidad familiar entre el número de personas que la forman, incluido el solicitante, no supere el 75% del SMI.
