Después de los más de cuatro minutos que duró el primer encierro de San Fermín, con los toros de La Palmosilla, al quedarse dos de ellos rezagados en la misma plaza y costar meterlos en toriles, trabajazo de los dobladores, llegaba el turno del segundo encierro de los esperados sanfermines. Nada menos que los conocidos toros de la ganadería de Cebada Gago para un lunes de feria, que se esperaba menos gente y se notó con respecto al primer domingo sanferminero, que fue tan multitudinario como milagroso, pero con muchísima gente en el recorrido.
En esta ocasión, volvimos a las escenas de tensión, de miedo, porque la ocasión lo merecía. La divisa que se anunciaba, la gaditana de Cebada Gago viene precedida por su propia historia. Los ganaderos han llevado a los Corrales del Gas ocho ejemplares, a pesar de que, como es habitual, a las ocho de la mañana y tras el preceptivo cohete anunciador, a las calles de Pamplona salieron los seis que se van a lidiar por la tarde.
Toros de despampanantes caras y conocidos por su peligro. Lo cierto es que estos toros son todo unos veteranos de los sanfermines. Y en la edición de este 2024 cumplen sus 33 encierros de toda su historia. Si asusta solo su nombre entre los corredores es porque acumulan en esto años 61 cornadas y de hecho el año pasado, que fueron unos sanfermines tranquilos, protagonizaron los encierros más peligrosos de todo el serial. Lo mismo ocurrió cuando la pandemia nos dejó volver a disfrutar de las fiestas más universales del mundo.
Tras los cánticos, comenzó a desvelarse el misterio y el miedo se convirtió en velocidad. Los toros de Cebada Gago protagonizaron una carrera emocionante, la manada se disgregó enseguida y justo en la conocida curva de Mercaderes se vivió un auténtico milagro en una imagen increíble. Un mozo se quedó atrapado por el lomo de uno de los toros y a pesar de que quedó a merced de los pitones del toro, el animal optó por seguir camino sin herirlo. Fue uno de los muchos milagros que vivimos en el recorrido.
Uno de los animales entró en la plaza con el pitón partido y se pudieron experimentar carreras muy largas de los corredores, porque la manada se estiró mucho aunque no llegó a romperse. Fue por eso que a los 2:46 los seis toros de Cebada Gago estaban en los toriles de la plaza.
El parte de heridos provisional arrojó cinco traslados. Contusión en hombros, hemorragia en cara y contusión maxilofacial, contusión en hombros y otra craneal.
Esta tarde los toreros que van actuar son el francés Juan Leal, el valenciano Román e Isaac Fonseca, natural de México, que fue corneado de gravedad en Las Ventas y sufrió una luxación hace ocho días en una plaza peruana. Claramente, de otra pasta.
