La OTAN está planeando nuevas medidas para proteger su campaña de apoyo a Ucrania, según un nuevo informe, mientras crecen los temores de que un segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca obstaculice los esfuerzos colectivos para derrotar y disuadir a Rusia.
El Wall Street Journal informó el pasado lunes, citando a funcionarios estadounidenses y aliados anónimos, que en la próxima cumbre de la Alianza de este mes en Washington se anunciarán varias medidas nuevas en un intento por apuntalar el bloque occidental en medio de la turbulencia política en Europa y Estados Unidos.
Según se informa, estos planes llevan varios meses en marcha, pero ahora se están acelerando tras el pobre desempeño del presidente Joe Biden en el primer debate presidencial la semana pasada.
Entre las medidas reportadas estará el estacionamiento de un nuevo alto funcionario civil en Kyiv y el establecimiento de un nuevo comando militar en la ciudad de Wiesbaden, en el oeste de Alemania, para coordinar la ayuda militar y el entrenamiento de las fuerzas ucranianas.
El nuevo comando se llamará «Asistencia y Entrenamiento de Seguridad de la OTAN para Ucrania» y estará integrado por alrededor de 700 miembros del personal estadounidense y aliado provenientes de los 32 estados miembros. Según se informa, la organización asumirá gran parte del trabajo de equipar a Ucrania que hasta ahora ha estado dominada por el Pentágono a través del formato Ramstein: oficialmente el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania.
Trump ha hecho pocos esfuerzos por ocultar su frustración con los aliados de la Alianza, a quienes ha acusado repetidamente de aprovecharse de la generosidad de seguridad estadounidense en Europa. Durante su primer mandato, el expresidente atacó habitualmente a los líderes aliados por no cumplir con sus promesas de gasto en defensa; Los aliados acordaron en 2014 gastar el 2 por ciento de su PIB en el ejército para 2024, un objetivo que muchos no han cumplido.
En la conflictiva cumbre de la alianza celebrada en Londres en 2018, Trump incluso amenazó con retirar a Estados Unidos de la OTAN a menos que los aliados mostraran un mayor compromiso de «compartir la carga». La amenaza reportada resultó vacía, pero la perspectiva de una segunda administración Trump ha reavivado las preocupaciones de una retirada estadounidense que podría resultar fatal para la alianza.
Parece claro que Trump volverá a la postura de política exterior que tanto perturbó a los aliados estadounidenses durante su primer mandato. «La OTAN tiene que tratar a Estados Unidos de manera justa, porque si no es por Estados Unidos, la OTAN literalmente ni siquiera existiría», dijo Trump en marzo.
«Estados Unidos debería pagar su parte justa, no la parte justa de todos los demás», dijo Trump. Y añadió: «Tenemos un océano entre algunos problemas […] tenemos un océano grande y hermoso. La OTAN es más importante para [los países europeos], ellos tomarán ventaja». En febrero, el ex presidente incluso sugirió que «animaría» a Rusia y China a «hacer lo que quisieran» con las naciones de la OTAN que no «pagan sus cuentas».