Su nombre oficial es Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) pero un simple vistazo a sus socios y sus objetivos basta para entender por qué es conocida como "La OTAN de Rusia" o, de forma más clara, la "OTAN de Putin". Y ahora además, desde este jueves, tiene un nuevo integrante, la siempre fiel Bielorrusia.
La OCS es una organización intergubernamental que acaba de cumplir 23 años, y que nació por el impulso de China y Rusia en su afán por crear una organización que aglutinara a los países de la órbita soviética que no habían caído en la influencia de la OTAN (o precisamente por eso, para evitar que cayeran). En un primer momento estuvo integrada, además de por los dos impulsores, por Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Después se fueron sumando otros países con los que Moscú tiene fuertes intereses en estrechar lazos, como India y Pakistán, que se unieron en junio de 2017, o Irán, que lo hizo en 2022. En términos de población y de extensión, es la organización regional más grande del mundo, lo que da una idea del poder que puede alcanzar.
Desde esta semana tiene un miembro más. Se trata de Bielorrusia, que se ha convertido este jueves en el décimo miembro pleno de la Organización en una reunión que se ha celebrado en Astana.
"Bielorrusia ha completado los trámites necesarios para convertirse en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghái", dijo el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokayev, el inaugurar la cumbre, informa Efe. "Con nuestros esfuerzos conjuntos, fortaleciendo el espíritu de Shanghái y promoviendo sus principios, hemos convertido la OCS en una de las estructuras más influyentes y de mayor prestigio", afirmó en sus palabras iniciales el presidente kazajo.
La incorporación de Bielorrusia ha sido celebrada por el resto de miembros de la OCS, en especial por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, que afirmó que la seguridad es una de las "tareas prioritarias" de la OCS.
"Una de las tareas prioritarias de la labor de la OCS ha sido y es el mantenimiento de la seguridad de los Estados miembros y a lo largo del perímetro de sus fronteras exteriores", indicó, informa Efe.
El jefe del Kremlin añadió que precisamente a esto "se enfocan las decisiones que se adoptarán hoy de convertir la estructura regional antiterrorista de la OCS en un centro universal de reacción a todo ese espectro de amenazas a la seguridad".