El coste de la incapacidad temporal por contingencias comunes para el total del sistema se ha disparado un 74% en los últimos cinco años
El absentismo laboral se ha convertido en un problema estructural del mercado de trabajo español que cuesta miles de millones de euros anualmente a las empresas. En concreto, el impacto en las empresas del absentismo laboral por contingencias comunes ascendió hasta los 25.326 millones de euros en 2023, una cifra que incluye tanto el coste directo como el derivado de las entidades gestoras de la Seguridad Social.
En la jornada “El absentismo laboral por contingencias comunes en el Sector de la Metalurgia”, organizada este martes por la patronal de la industria del metal Confemetal junto a la patronal de las mutuas de accidentes de trabajo Amat, se han analizado las ineficiencias en el absentismo al mismo tiempo que se han propuesto diversas mejoras en su gestión.
A partir de las cifras extraídas de la reunión, se observa que el impacto total a nivel nacional del absentismo experimentado por la población protegida por las mutuas ascendió hasta los 15.696 millones de euros en 2023, lo que representa un crecimiento interanual del 17,37%. Sin embargo, si se incluye el coste de los procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes (ITCC) de las entidades gestoras de la Seguridad Social, el precio se eleva hasta los 25.326 millones de euros. En el último lustro, el coste de la incapacidad temporal por contingencias comunes para el total del sistema ha crecido un 73,9%.
Por su parte, en el sector metalúrgico, el coste directo para las empresas, más el importe de las prestaciones económicas de Seguridad Social a cargo de las mutuas para estos procesos de ITCC, alcanzó los 4.020 millones de euros, un crecimiento del 19,47% con respecto a 2022.
Por otro lado, en 2023 el número de bajas por enfermedades o accidentes no laborales para la población protegida por las mutuas en el sector de la metalurgia aumentó en un 11,21% con respecto al año anterior, situándose en 1,3 millones de procesos.
Para Confemetal, estos gastos aumentan por las listas de espera en la sanidad pública, la burocracia para la gestión de las ITCC y el riesgo de uso indebido de las prestaciones. Además, “merman la competitividad de las empresas, y lastran la creación de empleo y el crecimiento económico a corto, medio y largo plazo”.
La actuación sanitaria por parte de las mutuas en procesos de ITCC diagnosticados como patologías traumatológicas y la agilización de la tramitación administrativa, permitirían recortar en 24 días los períodos de enfermedad de los más de 317.000 trabajadores del sector metalúrgico. De este modo, la metalurgia podría ahorrar 712 millones de euros, de los que 450 millones son con cargo a las cuentas públicas de Seguridad Social y otros 262 con cargo directo a las empresas.
