Describir cuántos idiomas existen entre los distintos países lleva a muchas teorías, aunque los estudios avalan que actualmente conviven más de 7.000 lenguas diferentes. Cada una de ellas con sus palabras, sus letras y dentro de su alfabeto. El castellano (o español) cuenta así con veintisiete letras, pero no es, ni de lejos, el más largo. En nuestro planeta, existe un alfabeto con más de setenta letras que es considerado como el más largo de todo el mundo.
Y es que el mundo es en sí un lugar donde prima la diversidad lingüística. En África, por ejemplo, se hablan más de 2.000 idiomas, una cuarta parte de ellos en Nigeria. En América se hablan aproximadamente mil, mientras que el continente europeo, donde la diversidad es menor, cuenta con alrededor de trescientos idiomas.
Eso sí, según la UNESCO, cuatro de cada diez idiomas hablados en el mundo están en riesgo de desaparecer, ya que a menudo son hablados por comunidades pequeñas y no se transmiten a las nuevas generaciones.
Asimismo, la diversidad se muestra de forma diferente en función de cada nación. El país donde menos idiomas existen es Corea del Norte, pues solo se habla un idioma, seguido de otros con Islandia (con dos idiomas) o Corea del Sur y Haití (con tres idiomas).
En el lado opuesto, es Papúa Nueva Guinea el país en el que más lenguas se hablan, con hasta 838 idiomas. Le seguiría Indonesia, con 707, y Nigeria, con 529 idiomas. También podemos ver India (454) y Estados Unidos (420) entre los países que más idiomas tienen entre sus fronteras.
Pero en ninguno de estos países se encuentra el alfabeto más largo del mundo, pues este es el jemer, idioma oficial de Camboya. El jemer cuenta con hasta 72 letras diferentes, de las cuales treinta y dos son vocales. Aunque es un número muy alto, lo cierto es que los expertos deducen que mantiene una gramática sencilla, mucho más que la del castellano.
Su origen tiene una larga historia que data de hace más de 1.000 años. El jemer pertenece a la familia de lenguas austroasiáticas, dentro del grupo mon-jemer. Utiliza su propio sistema de escritura, conocido como alfabeto jemer, que se deriva del antiguo alfabeto brahmí de la India.
No existen los tiempos verbales, ni el género, ni el número y tampoco los artículos. En sí, es un sistema de escritura abugida, donde cada consonante lleva una vocal inherente que puede modificarse con signos diacríticos.
