Arranca el que es quizás el mayor reto para las Fuerzas Armadas de este año, más concretamente para el Ejército de Tierra. Porque desde hoy, España lidera el batallón terrestre de la OTAN en Eslovaquia, uno de los ocho que tiene la Alianza en el flanco Este. O lo que es lo mismo, estará al frente de los más de 1.100 militares de seis países que lo componen, entre los que son mayoría los españoles: 770, que aumentarán a 870 en el último trimestre del año, cuando llegará otro centenar junto a una unidad de helicópteros de transporte y ataque.
De esta forma, España vuelve a demostrar su compromiso con la defensa y seguridad aliadas. Y lo hace no solo apoyando a las diferentes fuerzas (aéreas, terrestres y navales) que tiene la Alianza para ejercer de disuasión ante Rusia, sino que asume puestos de responsabilidad, como en este caso mandando este batallón llamado a convertirse en brigada. Sobre todo, cuando la OTAN ha situado a nuestro país como el aliado que menos invierte en defensa en porcentaje del PIB, por lo que es clave demostrar ese compromiso ofreciendo efectivos y medios a las diferentes misiones: las aportaciones «cualitativas».
Y hoy se escenificará con el acto de transferencia de mando entre la República Checa y España en el campo de maniobras de la localidad de Lest, donde el oficial checo cederá el testigo al coronel español, quien desde ese momento estará al frente de los efectivos de Eslovaquia, Eslovenia, Portugal, Rumanía y República Checa.
[[QUOTE:PULL|||El Ejército despliega por primera vez en una misión en el exterior los blindados «Centauro»]]
Nuestro país ha querido poner toda la carne en el asador para esta nueva misión que comenzó a preparar en enero, e incluso llegó a ofrecer más medios de los que finalmente aporta. Así, el Ejército de Tierra contribuye por ahora con una fuerza de unos 750 efectivos: hasta el 15 de julio el grueso pertenece a la Brigada «Galicia» VII (Brilat) y la Brigada Paracaidista (Bripac), siendo esta última la que se quedará a partir de ese día. A ellos se suman otros 20 militares españoles del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia), que se desplegarán en los cuarteles generales de la misión, en la localidad de Kuchyna.
En cuanto a medios, nuestro país aporta 250 vehículos, entre ellos los de Alta Movilidad Táctica (Vamtac), blindados «Centauro» (que se estrenan en una misión en el exterior) o los «Vert» de exploración y reconocimiento. España llegó a ofrecer carros de combate «Leopardo», pero finalmente esta capacidad la aporta Portugal.
[[QUOTE:PULL|||Eslovaquia, Portugal, Eslovenia, República Checa y Rumanía también aportan efectivos y medios]]
Además, despliega, entre otro armamento, obuses ligeros «Light Gun» 105/37 o lanzadores de misiles antiaéreos «Mistral».
Pero en los próximos meses las Fuerzas Armadas aportarán otra capacidad de apoyo clave: una unidad de helicópteros de ataque «Tigre» (tres) y de transporte NH90 (dos). Con ellos llegarán otros cien efectivos de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), que en principio también se desplegarán en Kuchyna para dar apoyo al resto de contingentes. De esta forma se llegará a esos casi 900 españoles integrados en este batallón, lo que convertirá a esta misión en la más numerosa de todas en las que participa España.
Y en cuanto a los medios y efectivos que aportan otras naciones contribuyentes, destacan, entre otros, Portugal, que despliega unos 80 militares y los citados carros de combate «Leopardo»; Eslovaquia, medio centenar de efectivos y vehículos de combate de cadenas BVP; Rumanía, 50 uniformados y vehículos cazacarros «Vamtac» con misiles «Spike»; República Checa, 150 militares y blindados 6x6 «Pandur», los mismos que aporta Eslovenia, con algo menos de un centenar de efectivos.
Pero Eslovaquia no será la única novedad de este año en cuanto a despliegues, pues a partir de septiembre las Fuerzas Armadas españolas reforzarán otro de estos batallones terrestres de la OTAN: el de Rumanía. Y lo hará con unos 240 efectivos del Tercio de Armada, que contarán con vehículos «Vamtac», blindados 8x8 «Piranha», drones, misiles «Spike» o morteros para, también, ejercer como una fuerza de disuasión creíble.
