Tal como indicaron los sondeos desde el primer día, la extrema derecha francesa pasó cómodamente a la segunda vuelta de las elecciones legislativas. Un poco más atrás, llega la alianza de izquierdas que, sin haber podido frenar realmente al partido de Marine Le Pen como deseaba, se sitúa en buena posición para la segunda etapa del 7 de julio. Dos victorias que representan un gran cambio desde 2017: lo que antes se denominaba «mayoría presidencial» en la Asamblea Nacional ya no lo será más. El descontento sobre el poder adquisitivo, la seguridad, la inmigración, las pensiones y el abandono de las zonas rurales tomó forma en las urnas.
Ante este panorama, ¿qué van a hacer los electores de Emmanuel Macron? A pesar de haber obtenido un deshonroso tercer lugar, el macronismo tiene un papel importante el 7 de julio. ¿Hacia qué fuerza política se inclinará: izquierda o extrema derecha? Paula Osorio, politóloga y miembro del equipo de campaña de Macron en las presidenciales de 2022, describe a LA RAZÓN lo que podría ser la estrategia de la bancada presidencial, que muchos ya han bautizado como «Ni-Ni»: «El campo de Macron no se va a ir por los extremos. No va a apoyar ni al partido Regrupación Nacional de extrema derecha ni a La Francia Insumisa de la extrema izquierda, encabezada por Jean-Luc Mélenchon. Dentro del Nuevo Frente Popular [la alianza de izquierdas] hay partidos de tradición democrática como el Partido Socialista o Los Verdes, por ejemplo. Creo que se apoyará a los candidatos de esos partidos, los que no pertenezcan a La Francia Insumisa. Habrá que verlo caso por caso».
El panorama es más complicado con la derecha tradicional. Osorio lo explica así: «Recordemos que la derecha ahora mismo está llena de arenas movedizas porque el partido está dividido: está el campo de Éric Ciotti, el presidente del partido, que decidió arbitrariamente aliarse con Jordan Bardella y Reagrupación Nacional. Pero están también los candidatos de derecha que decidieron alejarse de esa alianza. Macron podría llamar a votar por esos candidatos. Pero, de nuevo, habría que estudiar caso por caso».
Desde la semana pasada, algunos dirigentes de la bancada oficialista daban señales claras de apoyar el «Ni-Ni». François Bayrou, líder del partido MoDem, lo decía sin cortapisas: «No votaremos ni por un candidato de la Reagrupación Nacional ni por un candidato de La Francia Insumisa». Una resolución que parecía haber sido acordada en los salones del Elíseo, aunque Bayrou precisara que «el presidente Macron no había tomado una decisión».
No todos están de acuerdo con esta estrategia. Philippe Grangeon, cofundador del partido En Marcha, con el que Macron ganó su primera elección presidencial, advirtió públicamente «contra la peligrosa tentación del ‘ni-ni’ aplicado a los extremos y que podría, en la dinámica actual, favorecer la llegada al poder de Reagrupación Nacional». En lugar del «Ni-Ni», se sugiere entonces la estrategia del «désistement»: en las regiones en las que se plantee una elección entre tres candidatos y uno de ellos esté mejor posicionado que el aspirante macronista para vencer a la extrema derecha, el campo presidencial podría anunciar la anulación de su propia candidatura en favor del rival republicano. Es lo que han pedido, en una carta abierta publicada en el diario Le Monde, más de 220 personalidades políticas y de la sociedad civil, entre las cuales se cuentan varios exministros como Clément Beaune o Joël Giraud, así como la actual ministra de Agricultura, Agnès Pannier-Runacher: en caso de elección triangular probablemente favorable a RN, deben retirarse los candidatos «peor situados».
El Partido Socialista, los ecologistas y el Partido Comunista presionan a Macron anunciando su estrategia sin confusión: pedirán el voto contra la extrema derecha en caso de eliminación en la primera vuelta y se abstendrán en los casos donde se produzca una elección tripartita y no tengan probabilidad de ganar. «Para que no haya mayoría de extrema derecha, el Gobierno de Macron solo tiene que hacer una cosa y es salir de la posición ni-ni. Esa es la prioridad absoluta» advirtió el socialista Raphaël Glucksmann. Por lo pronto, se sabe que Macron convocará una reunión de Gobierno hoy al mediodía en el Elíseo. El presidente ha prometido «instrucciones claras» de cómo votar en segunda vuelta.